El juego de las hermanas


Había una vez dos hermanas llamadas Yoha y Andrea que trabajaban juntas en la escuela de Conducción ECOS.

Yoha era muy responsable y siempre cumplía con su trabajo, pero Andrea se sentía triste porque todos los demás salían antes de su hora de trabajo. Un día, mientras Andrea estaba en su escritorio, vio una birome sobre la mesa y sin pensar mucho comenzó a jugar con las tapitas. Una tras otra las iba desenroscando y comiéndolas.

Yoha notó lo que estaba haciendo su hermana y le preguntó: "¿Qué estás haciendo, Andrea?" "Estoy comiendo las tapitas de las biromes", respondió ella. "¡Eso no es bueno para tu salud!", exclamó Yoha.

"Además, no solucionará el problema que tienes en el trabajo". Andrea se dio cuenta de lo equivocada que estaba al comerse las tapitas de las biromes y decidió tomar acción para solucionar su problema laboral.

Al día siguiente, cuando llegaron a trabajar, Andrea le propuso a sus compañeros hacer un juego para motivarse durante toda la jornada laboral. La idea fue bien recibida por todos y empezaron a divertirse jugando mientras trabajaban.

Con el tiempo, el juego se convirtió en una tradición dentro del lugar de trabajo y todos se mantenían motivados hasta el final del horario laboral sin sentir cansancio ni aburrimiento.

Desde entonces, Andrea aprendió que hay maneras más saludables e inteligentes de lidiar con sus problemas en vez de comerse las tapitas de las biromes. Además había encontrado una solución efectiva para su situación laboral gracias al ingenio y la creatividad.

Yoha y Andrea se convirtieron en un gran equipo de trabajo, y juntas lograron hacer de ECOS una escuela de conducción mucho más divertida y productiva.

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