El Juego de las Matemáticas
. Nosotras, sus amigas, nos reunimos temprano en la mañana para preparar todo. Yo me encargué de comprar los globos y las serpentinas, mientras que Sofía trajo la torta y los regalos.
Martina se ofreció a decorar el lugar con fotos de Bia y cartulinas brillantes. Después de varias horas de trabajo duro, por fin todo estaba listo.
La casa estaba llena de globos y serpentinas multicolores, la mesa estaba llena de deliciosas golosinas y la torta era simplemente hermosa. - ¡Chicas! Ya viene Bia -dijo Sofía emocionada-. Apaguen las luces y escondámonos detrás del sofá. Así lo hicimos. Nos escondimos detrás del sofá esperando a que Bia llegara.
Cuando ella entró en la habitación, todas saltamos gritando "¡Sorpresa!". Bia se sorprendió tanto que comenzó a llorar. Nunca había tenido una fiesta sorpresa antes. - ¡Feliz cumpleaños Bia! -gritamos todos al unísono mientras abrazábamos a nuestra amiga.
La fiesta fue un éxito total. Comimos torta hasta hartarnos, jugamos juegos divertidos como "Verdad o Consecuencia" e incluso bailamos algunas canciones locas. Todos disfrutaron mucho pero lo más importante era que Bia estaba feliz y sonreía todo el tiempo.
Sin embargo, cuando estábamos limpiando después de la fiesta, noté algo extraño en el rostro de mi mejor amiga. Parecía preocupada por algo. - ¿Qué pasa Bia? -pregunté-. ¿No te gustó la fiesta? - No, no es eso -respondió ella-.
Me encantó la fiesta. Pero estoy preocupada por mi examen final de matemáticas que tengo mañana. Bia había estado estudiando toda la semana para su examen y estaba muy nerviosa al respecto.
- ¿Por qué no estudias un poco más antes de acostarte? -sugerí yo. - Ya he estudiado todo lo que puedo -dijo Bia-. Creo que necesito una pausa mental para relajarme un poco. Entonces se me ocurrió una idea.
- ¡Tengo una idea! Vamos a jugar juntas al "Juego de las Matemáticas" -le dije a Bia con una sonrisa en el rostro. El "Juego de las Matemáticas" era un juego educativo que habíamos creado nosotras mismas.
Consistía en hacer preguntas matemáticas desafiantes y quien respondiera correctamente ganaba puntos. Al final del juego, quien tuviera más puntos ganaba el título de "Reina de las Matemáticas". Bia aceptó mi propuesta y comenzamos a jugar.
El juego fue tan divertido que incluso nuestras otras amigas quisieron participar. Jugaron durante horas hasta que todas estábamos exhaustas pero felices. Finalmente, cuando nos dimos cuenta lo tarde que era, decidimos irnos a dormir.
Antes de acostarse, Bia me dio un gran abrazo y me dijo:- Gracias por ser siempre la mejor amiga del mundo. Esta ha sido la mejor fiesta sorpresa de cumpleaños que alguien podría haber tenido.
Sonreí mientras cerraba los ojos sabiendo que había hecho feliz a mi mejor amiga en su día especial.
FIN.