El juego de las sillas mágicas


Había una vez en una escuela muy especial, donde los niños aprendían de una forma diferente. La maestra Sofía les enseñaba matemáticas, ciencias y valores de una manera muy divertida.

Un día, la maestra les propuso un juego muy emocionante: el juego de las sillas mágicas. -¡Buenos días, niños! Hoy vamos a jugar a un juego muy divertido. Van a caminar alrededor de estas sillas mientras suena la música. Cuando la música se detenga, deben encontrar una silla para sentarse.

Pero hay algo muy especial en estas sillas, ¡son mágicas! Cada silla representa un valor o una virtud que debemos practicar en la vida.

El que se siente en una silla deberá contar algo que haya hecho relacionado con ese valor. ¿Están listos para el desafío? Los niños asintieron emocionados y comenzó la música. Los chicos caminaban alrededor de las sillas con entusiasmo, cuando de repente la música se detuvo y todos buscaron una silla rápidamente.

Uno de los chicos, Martín, se sentó en la silla que representaba la amistad. -Hace poco, me di cuenta de que uno de mis compañeros estaba triste, así que fui a consolarlo y jugar juntos.

Todos los chicos aplaudieron emocionados por la acción de Martín. El juego continuó con momentos muy emotivos y divertidos. Al final, la maestra recordó a los niños la importancia de practicar esos valores en su día a día.

Desde ese día, los chicos llevaron consigo las enseñanzas del juego de las sillas mágicas y se esforzaron por ser mejores personas en cada momento.

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