El juego de Leyla


Leyla era una zorra muy especial. Tenía un pelaje suave y cremoso, pero también era muy vanidosa y orgullosa. Siempre andaba con sus lentes puestos, aunque no los necesitara realmente.

Un día, mientras caminaba por el bosque, Leyla notó que había basura en el suelo. Se enojó mucho y comenzó a culpar a los demás animales del bosque por ensuciar su territorio.

"¡Miren todo este desastre! ¿Cómo pueden ser tan descuidados? Esto es inaceptable"- dijo ella con voz altanera. Los otros animales se sintieron ofendidos por las palabras de Leyla, ya que ellos siempre trataban de mantener el bosque limpio. Pero en lugar de discutir con ella, decidieron enseñarle una lección.

Así fue como planearon un juego para que Leyla aprendiera la importancia de trabajar juntos y cuidar el medio ambiente. Cada uno tenía una tarea específica para hacer: algunos recogían la basura, otros la clasificaban y separaban los materiales reciclables.

Leyla al principio se negó a participar en el juego porque pensaba que eso era trabajo para los demás animales del bosque. Pero poco a poco comenzó a darse cuenta de lo importante que era colaborar para lograr un objetivo común.

"Wow, nunca imaginé lo bien que podemos trabajar juntos si nos ponemos manos a la obra", dijo Leyla sorprendida mientras observaba cómo los demás animales trabajaban incansablemente.

Desde ese día en adelante, Leyla cambió su actitud hacia sus compañeros del bosque y comenzó a valorarlos más. Se dio cuenta de que todos tienen algo valioso que aportar y que juntos pueden hacer grandes cosas.

"¡Gracias por enseñarme esta lección! Ahora sé lo importante que es cuidar nuestro hogar y trabajar juntos para mantenerlo limpio", dijo Leyla con una sonrisa en su rostro. Y así, gracias a la colaboración y el trabajo en equipo, los animales del bosque lograron tener un lugar más limpio y hermoso donde vivir.

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