El juego de los talentos únicos



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Feliz, una niña llamada Martia.

Martia era una niña muy curiosa y creativa a la que le encantaba jugar con sus amigos en el parque todos los días después de la escuela. Un día, mientras jugaban al escondite, Martia se dio cuenta de que uno de sus amigos siempre parecía triste y solitario. Su nombre era Lucas, y aunque intentaba unirse al juego, nunca parecía disfrutarlo realmente.

"¿Qué te pasa, Lucas? ¿Por qué no te diviertes como nosotros?", preguntó Martia preocupada. Lucas bajó la mirada y murmuró: "Es que no sé cómo jugar bien. Siempre me equivoco y nadie quiere tenerme en su equipo".

Martia sintió mucha compasión por su amigo y decidió hacer algo al respecto. Esa noche, cuando llegó a casa, se puso a trabajar en secreto en algo especial para ayudar a Lucas.

Al día siguiente, durante el juego en el parque, Martia reunió a todos sus amigos y les dijo: "¡Hoy vamos a jugar un nuevo juego que inventé! Se llama "El desafío de las habilidades"". Todos se emocionaron por la idea de probar algo nuevo.

Martia explicó las reglas del juego: cada uno tendría que realizar una tarea diferente que pusiera a prueba sus habilidades únicas. Habría desafíos de equilibrio, velocidad, memoria y muchos más.

Lucas estaba nervioso al principio, pero cuando le tocó su turno de mostrar su destreza en un desafío de puntería con pelotas de colores, sorprendió a todos con su precisión y habilidad. Los demás niños aplaudieron emocionados ante la actuación de Lucas e incluso pidieron repetir el desafío para ver si podían superarlo.

Desde ese día en adelante, Lucas se sintió más seguro consigo mismo y comenzó a disfrutar mucho más del tiempo con sus amigos gracias al ingenio y bondad de Martia.

La moraleja de esta historia es que todos tenemos diferentes talentos y habilidades; lo importante es encontrar formas creativas de valorar y celebrar las diferencias entre nosotros para crecer juntos como comunidad.

Y así fue cómo Martia enseñó una valiosa lección sobre empatía e inclusión a todos los niños de Villa Feliz.

FIN.

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