El juego del equilibrio
Había una vez una niña llamada Lizeth, a quien le encantaba jugar al vóley y al básquetbol. Desde muy pequeña, descubrió su pasión por estos deportes y siempre se encontraba con una sonrisa en su rostro mientras jugaba.
Lizeth vivía en un pequeño pueblo donde no había muchas oportunidades para practicar deportes de manera organizada.
Pero eso no la detenía, ya que todos los días después de la escuela se dirigía al parque cercano para jugar con sus amigos. Un día, mientras jugaban un emocionante partido de vóley, Lizeth notó algo extraño en su cuerpo. Comenzó a sentirse cansada y débil, pero eso no la detuvo. Siguió jugando sin importarle el agotamiento que sentía.
Al terminar el partido, Lizeth se dio cuenta de que algo no estaba bien. Se desplomó en el suelo y sus amigos corrieron a buscar ayuda. Fueron llevados rápidamente al hospital donde los médicos les explicaron lo que estaba ocurriendo.
"Lizeth ha estado sobreexigiendo su cuerpo", dijo el médico con seriedad. "Ha estado jugando tanto al vóley y al básquetbol que sus músculos están agotados".
Lizeth se sintió triste y preocupada por lo que le había pasado a su cuerpo. Pero los médicos también le dijeron algo importante: "Si quieres seguir disfrutando de tus deportes favoritos, debes aprender a cuidarte". Así comenzó la aventura de Lizeth hacia una vida más equilibrada y saludable.
Aprendió sobre la importancia del descanso adecuado y cómo escuchar a su cuerpo. También descubrió la importancia de una buena alimentación y cómo mantenerse hidratada mientras juega. Con el tiempo, Lizeth aprendió a dosificar su energía y a no exceder sus límites.
Descubrió que podía seguir disfrutando del vóley y el básquetbol sin agotarse tanto. Además, se unió a un equipo en su escuela donde pudo aprender nuevas técnicas y jugar de manera más organizada.
Pero la historia de Lizeth no termina aquí. Un día, mientras entrenaba con su equipo, llegó un entrenador profesional al parque. Quedó impresionado por las habilidades de Lizeth y decidió invitarla a formar parte de un equipo especializado en vóley.
Lizeth estaba emocionada por la oportunidad pero también tenía miedo de volver a agotarse como antes. Habló con su nuevo entrenador sobre sus preocupaciones y juntos crearon un plan para cuidar de su cuerpo mientras seguía practicando el deporte que amaba.
Con el tiempo, Lizeth se convirtió en una jugadora destacada. Su pasión por el vóley y el básquetbol nunca desapareció, pero ahora sabía cómo equilibrarlos con otras actividades importantes en su vida.
Y así es como Lizeth aprendió que seguir tus sueños no significa abandonar tu bienestar personal. Aprendió que es importante escuchar a tu cuerpo, cuidarte adecuadamente y disfrutar del deporte sin excederte. Desde ese día, Lizeth se convirtió en una inspiración para todos los niños de su pueblo.
Les enseñó la importancia de llevar una vida equilibrada mientras persiguen sus pasiones.
Y cada vez que Lizeth juega al vóley o al básquetbol, lo hace con una sonrisa en su rostro y la certeza de que ha encontrado el equilibrio perfecto entre su pasión y su bienestar.
FIN.