El Juego Escolar Logrado de Sus


Había una vez un niño llamado Sus, quien era muy tímido y vergonzoso. A pesar de tener tres amigos en la escuela, siempre se sentía incómodo al interactuar con ellos y con los demás niños.

Un día, Sus y sus amigos decidieron participar en el Juego Escolar Logrado, una competencia escolar donde los estudiantes demostraban su habilidad física y mental en diferentes desafíos.

Sin embargo, Sus estaba muy nervioso por tener que hacer frente a las miradas de todos los demás niños. "¿Estás listo para el juego, Sus?" preguntó uno de sus amigos. "No sé si puedo hacer esto", respondió Sus tímidamente.

Sus amigos lo animaron y le dijeron que podía superar su timidez si se concentraba en sus habilidades. Con mucho esfuerzo, lograron convencerlo de participar. El primer desafío consistía en una carrera de obstáculos. Los cuatro amigos corrieron juntos hacia la línea de meta mientras esquivaban neumáticos y saltaban vallas.

A pesar del miedo inicial, Sus encontró fuerzas para seguir adelante gracias al apoyo constante de sus compañeros. En el segundo desafío debían resolver un rompecabezas gigante. Cada pieza tenía un color diferente que correspondía a un número específico.

Mientras dos amigos trabajaban juntos para encontrar las piezas correctas del rompecabezas, otro amigo ayudaba a Sus a clasificarlas por colores. Cuando finalmente terminaron el rompecabezas gigante, cada pieza estaba ordenada correctamente gracias al trabajo en equipo entre ellos cuatro.

El tercer desafío fue una prueba de conocimientos generales. Cada uno de los amigos tenía una habilidad especial en un área específica, por lo que se dividieron las preguntas y respondieron con confianza.

Finalmente llegó el último desafío: una carrera de relevos. Sus estaba nervioso porque era su turno de correr y sabía que todos los ojos estarían puestos en él.

Pero sus amigos le dieron palabras de aliento y le recordaron todo lo que había logrado hasta ese momento. "Vamos Sus, ¡tú puedes hacerlo!" gritaron sus amigos mientras él tomaba la posta. Sus corrió tan rápido como pudo, sin importarle quien lo mirara.

Y cuando finalmente cruzó la línea de meta, sus amigos estaban allí para abrazarlo y celebrar con él. "¡Lo logramos juntos!" exclamó Sus emocionado. "Sí, gracias a ti también", dijo uno de sus amigos sonriendo. Desde ese día, Sus ya no se sentía tan tímido ni vergonzoso.

Había aprendido que podía superar su miedo si trabajaba junto a sus amigos para alcanzar un objetivo común. Además, habían demostrado que la amistad verdadera es más fuerte que cualquier obstáculo.

Dirección del Cuentito copiada!