El juego solidario de Roberto



Roberto era un chico muy creativo y apasionado por los videojuegos. Desde pequeño, pasaba horas jugando y soñando con crear sus propios juegos algún día.

Pero no fue hasta que cumplió 16 años que decidió tomar en serio su sueño. Un día, mientras estaba sentado frente a su computadora, comenzó a diseñar un juego de aventuras llamado "El tesoro perdido".

La historia seguía a un joven explorador en busca de un tesoro oculto en una isla misteriosa llena de peligros y desafíos. Roberto trabajó duro durante meses para crear el juego perfecto. Se aseguró de que cada nivel fuera emocionante e interesante, con gráficos increíbles y música emocionante.

Finalmente, después de mucho esfuerzo y dedicación, terminó su obra maestra. Pero Roberto no quería quedarse solo con su éxito personal; él quería inspirar a otros niños como él a perseguir sus sueños también.

Entonces decidió donar parte del dinero que ganaría por la venta del juego para ayudar a construir una escuela en una comunidad necesitada. Cuando el juego salió al mercado, rápidamente se convirtió en uno de los más populares entre los niños y jóvenes gamers.

Y gracias a las donaciones generosas de Roberto, se pudo construir la escuela tan esperada. Pero la historia no termina ahí.

Un día, mientras caminaba por la calle cerca de su casa, Roberto vio algo extraño: un niño llorando afuera de una tienda de videojuegos porque no tenía suficiente dinero para comprar el último juego que tanto deseaba. - ¿Qué te pasa, amigo? -preguntó Roberto con una sonrisa amable.

- No tengo suficiente dinero para comprar el juego que quiero -respondió el niño con lágrimas en los ojos. Roberto se compadeció del niño y decidió comprarle el juego. Pero no solo eso, también le regaló su propia copia de "El tesoro perdido" junto con un mensaje inspirador:- Nunca dejes de perseguir tus sueños, pequeño.

Si yo pude hacerlo, tú también puedes. Y recuerda siempre ayudar a otros en el camino. Desde ese día en adelante, Roberto se convirtió en un héroe para muchos niños y jóvenes alrededor del mundo.

Su ejemplo inspirador demostró que cualquier cosa es posible si uno trabaja duro y cree en sí mismo. Y así fue como Roberto logró dejar su marca no solo como creador de videojuegos sino también como una persona increíblemente bondadosa y generosa.

FIN.

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