El juguete mágico de Mia Carmela



Había una vez una niña llamada Mia Carmela que tenía muchos juguetes, pero últimamente se había vuelto adicta a mirar la televisión. Pasaba horas y horas frente a la pantalla sin prestar atención a sus juguetes.

Un día, mientras Mia Carmela estaba viendo su programa favorito de dibujos animados, uno de sus muñecos cobró vida y le habló:- Hola Mia Carmela, ¿cómo estás? Mia Carmela se sorprendió mucho al ver que su muñeco podía hablar y le respondió:- Hola muñeco, estoy bien ¿y tú? - Estoy un poco triste -respondió el muñeco-.

Me doy cuenta de que ya no juegas conmigo como antes. Te la pasas mirando la tele todo el día.

Mia Carmela se sintió mal por haber ignorado a su muñeco y le preguntó:- ¿Por qué te sientes triste? ¿Qué puedo hacer para jugar contigo otra vez? El muñeco sonrió y le respondió:- Podemos hacer muchas cosas juntos. Podemos leer cuentos, armar rompecabezas o jugar juegos de mesa. Lo importante es pasar tiempo juntos y divertirnos.

Mia Carmela entendió lo que decía el muñeco y decidió apagar la televisión para jugar con él. Juntos leyeron cuentos, armaron rompecabezas e incluso hicieron una competencia de juegos de mesa.

A medida que pasaban los días, Mia Carmela descubría lo divertido que era jugar con sus juguetes nuevamente y dejó atrás su adicción a la televisión. Pero un día algo inesperado sucedió. Mientras estaban jugando, el muñeco se rompió y Mia Carmela se sintió muy triste.

- ¿Qué puedo hacer ahora sin mi muñeco? -se preguntó a sí misma. De repente, una idea brillante llegó a su mente. Recordó que su papá sabía arreglar cosas y decidió llevarle el muñeco roto para que lo reparara.

Cuando su papá vio el muñeco roto, sonrió y le dijo:- ¡Claro que puedo arreglarlo! Pero también te puedo enseñar cómo hacerlo tú misma. Así podrás arreglar tus juguetes en caso de que se vuelvan a romper.

Mia Carmela estaba emocionada por aprender algo nuevo y trabajó duro junto con su papá para arreglar el muñeco. Después de un rato, lograron dejarlo como nuevo.

Desde ese día en adelante, Mia Carmela no solo disfrutaba jugar con sus juguetes nuevamente, sino que también aprendió una nueva habilidad gracias a la ayuda de su papá.

Así es como Mia Carmela descubrió la importancia de pasar tiempo con sus juguetes y aprendió una valiosa lección sobre cómo cuidarlos y mantenerlos siempre en buen estado.

FIN.

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