El Kraken del Triángulo


Había una vez un niño llamado Tomás que siempre había soñado con viajar en barco y conocer lugares nuevos. Un día, su familia decidió hacer un crucero por el Caribe y él estaba emocionado por la aventura.

Sin embargo, durante la travesía, algo extraño sucedió. El barco comenzó a moverse de manera inusual y pronto se dieron cuenta de que estaban atrapados en el Triángulo de las Bermudas.

Todos los pasajeros estaban asustados y no sabían qué hacer. Tomás intentó mantener la calma, pero estaba preocupado por lo que podría pasar.

Fue entonces cuando vio algo increíble: ¡un enorme tentáculo emergiendo del agua! Al principio pensó que era una ilusión óptica o su imaginación jugándole una mala pasada, pero luego se dio cuenta de que era real. El tentáculo pertenecía al Kraken, una criatura legendaria que vivía en las profundidades del mar.

A pesar de tener fama de ser peligroso y temible, Tomás sintió cierta curiosidad hacia él. De alguna manera sentía que podía confiar en él. —"Hola" , dijo el niño tímidamente al Kraken. "¿Hola? ¿Qué haces aquí?", respondió sorprendido el Kraken. "Estoy atrapado en este barco con mi familia.

No podemos salir del Triángulo de las Bermudas". "Vaya... eso es complicado", dijo el Kraken pensativo. "¿Puedes ayudarnos a salir? Por favor... ", suplicó Tomás desesperado. El Kraken reflexionó unos segundos antes de responder:"Está bien, te ayudaré.

Pero debes prometerme que no le contarás a nadie sobre mi existencia. Soy una criatura mítica y si la gente se entera de que realmente existo, vendrán a cazarme". "Lo prometo", dijo Tomás seriamente.

El Kraken usó sus tentáculos para empujar el barco hacia afuera del Triángulo de las Bermudas. Fue un esfuerzo titánico, pero finalmente lo lograron. Todos los pasajeros estaban asombrados por lo que habían presenciado. Cuando llegaron al puerto seguro, Tomás se despidió del Kraken con tristeza.

"Gracias por salvarnos", dijo emocionado. "No hay problema... fue un placer conocerte", respondió el Kraken amablemente antes de sumergirse en el agua.

A partir de ese día, Tomás nunca olvidaría su aventura en el Triángulo de las Bermudas y su encuentro con el legendario Kraken. Aprendió que no siempre lo más temible es malvado y que incluso las criaturas más extrañas pueden ser amables y ayudar a los demás cuando se necesitan.

Y aunque nunca volvería a ver al Kraken otra vez, sabía que siempre tendría un amigo especial en alguna parte del océano.

Dirección del Cuentito copiada!