El laboratorio de los amigos científicos



Había una vez dos amigos llamados Lucas y Martín que eran científicos. Juntos tenían un laboratorio lleno de tubos de ensayo, microscopios y sustancias de colores brillantes.

Les encantaba hacer experimentos muy divertidos, y cada vez que mezclaban sustancias, surgían colores increíbles. Un día, decidieron crear un líquido rojo como la sazón de una deliciosa comida.

Lucas dijo: - Martín, vamos a usar tomates maduros para lograr un color rojo intenso, ¿te parece? - ¡Claro, eso será genial! - respondió Martín emocionado. Después de varios intentos, lograron obtener el líquido rojo que buscaban, y lo llamaron 'Sazón Brillante'. Otro día, se propusieron crear un líquido verde como la naturaleza.

Martín propuso: - ¿Qué tal si usamos hojas frescas para lograr el verde que buscamos? - Eso suena increíble, vamos a intentarlo. Después de algunas pruebas, lograron obtener un líquido verde brillante al que llamaron 'Verde Naturaleza'. Un tercer día, decidieron hacer un líquido amarillo como el sol.

Lucas propuso: - ¡Vamos a usar la cáscara de limón para obtener un amarillo vibrante como el sol! - Esa es una gran idea, vamos a intentarlo - dijo Martín entusiasmado.

Después de varios intentos, lograron obtener un líquido amarillo radiante que llamaron 'Amarillo Brillante'. Así, los amigos científicos siguieron creando líquidos de diferentes colores, aprendiendo nuevas cosas con cada experimento. Descubrieron que podían mezclar los líquidos para obtener colores aún más asombrosos.

Con sus inventos, inspiraron a muchos niños a interesarse por la ciencia y la experimentación. Su laboratorio se convirtió en un lugar mágico donde la creatividad y la curiosidad nunca tenían límites.

FIN.

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