El ladrón redimido
Había una vez, en la época después de la colonización de México, dos amigos muy peculiares llamados Osvado y Palchicletina. Osvado era un astuto ladrón, mientras que Palchicletina era un inventor brillante y amante de los dulces.
Un día, Osvado decidió robar algo valioso de la casa de Palchicletina. Con sigilo se coló por la ventana y comenzó a buscar entre las pertenencias del inventor.
Sin embargo, en su torpeza, Osvado tropezó con una pila de libros y accidentalmente tiró un cuchillo al suelo. El ruido alertó a Palchicletina, quien rápidamente acudió a investigar qué estaba ocurriendo.
Al entrar en la habitación y ver a Osvado paralizado por el miedo, Palchicletina decidió darle una lección en lugar de enfadarse. "¡Osvado! ¿Qué estás haciendo aquí? ¡No puedo creer que intentes robarme!"- exclamó Palchicletina con asombro. Osvado bajó la cabeza avergonzado y murmuró: "Lo siento mucho, Palchi. Estaba desesperado por conseguir algo valioso para vender".
Palchicletina suspiró y se acercó a su amigo. "Comprendo que puedas estar pasando dificultades económicas, pero el robo no es el camino adecuado para solucionarlo. Hay otras formas honestas de obtener lo que necesitas".
Osvado miraba fijamente al suelo sin atreverse a levantar la vista hacia su amigo. "¿Crees que puedo cambiar, Palchi?", preguntó tímidamente. Palchicletina sonrió y le dio una palmada en el hombro.
"¡Claro que sí! Todos cometemos errores, pero lo importante es aprender de ellos y buscar la manera de hacer las cosas mejor". A partir de ese momento, Palchicletina decidió ayudar a Osvado a encontrar un trabajo honesto para que pudiera salir adelante.
Juntos recorrieron la ciudad buscando oportunidades y finalmente encontraron un anuncio en una tienda de dulces. El dueño necesitaba alguien que se encargara del negocio mientras él se tomaba unas vacaciones. Osvado mostró su arrepentimiento sincero y prometió trabajar duro para ganarse la confianza del dueño.
Pronto demostró ser responsable y dedicado, convirtiéndose en el empleado más querido por los clientes. Con el tiempo, Osvado comenzó a ahorrar dinero y dejó atrás su vida como ladrón.
Se convirtió en un hombre respetable gracias al apoyo incondicional de Palchicletina. Esta historia nos enseña que todos cometemos errores, pero siempre hay oportunidad para cambiar si nos arrepentimos sinceramente y estamos dispuestos a trabajar duro por ello.
Además, muestra cómo la amistad verdadera puede influir positivamente en nuestras vidas y ayudarnos a convertirnos en mejores personas. Y así fue como Osvado aprendió una valiosa lección sobre honestidad con la ayuda de Palchicletina, quienes siguieron siendo amigos inseparables durante el resto de sus vidas.
FIN.