El lago de la solidaridad



En un hermoso parque vivían muchos patos felices en un lago cristalino. Los patitos nadaban, jugaban y chapoteaban todos los días bajo la atenta mirada de mamá Pata. Un día, llegó una familia de patos al parque.

Eran diferentes a los demás: tenían plumas desaliñadas, colores apagados y parecían tristes. Se acercaron tímidamente al lago feo estanque donde vivían las aves del parque. - ¡Hola! ¿Cómo están? -saludó mamá Pata con alegría. - Hola...

somos nuevos por aquí -respondió el papá Pato con voz baja. Los demás patos del lago feo estanque se acercaron curiosos a conocer a sus nuevos vecinos.

Pronto descubrieron que la familia de patos había viajado mucho tiempo y se habían perdido en el camino, terminando en ese lugar tan poco acogedor. - No se preocupen, aquí son bienvenidos todos los que quieran ser parte de nuestra comunidad -dijo mamá Pata con amabilidad.

Los días pasaron y los patitos comenzaron a integrarse cada vez más. Aunque al principio se sentían diferentes, pronto descubrieron que tenían mucho en común con los demás habitantes del lago feo estanque. Compartieron risas, juegos y aprendieron unos de otros.

Un día, mientras exploraban el parque juntos, escucharon unos gritos desesperados provenientes del bosque cercano. Sin dudarlo, los valientes patitos corrieron hacia el lugar de donde provenían los gritos y encontraron a un pajarito atrapado entre las ramas de un árbol alto.

- ¡Ayúdenme por favor! ¡No puedo bajar! -exclamaba el pajarito asustado. Sin pensarlo dos veces, los patitos trabajaron en equipo para salvar al pajarito.

Uno empujaba una rama desde abajo, otro lo sostenía desde arriba y así lograron liberarlo sano y salvo. El pajarito les dio las gracias emocionado y les dijo:- Ustedes me han demostrado que la verdadera belleza está en el corazón. A pesar de ser diferentes a simple vista, su bondad y solidaridad los hacen especiales.

Nunca olviden eso. Los patitos regresaron al lago feo estanque sintiéndose orgullosos de sí mismos. Habían demostrado que la verdadera belleza radica en cómo tratamos a los demás y en nuestras acciones bondadosas hacia aquellos que lo necesitan.

Desde ese día, la familia de patitos fue aún más querida por todos en el parque.

Y aunque seguían siendo diferentes físicamente, su amor por ayudar a otros los hacía brillar como las estrellas en el cielo nocturno del lago feo estanque.

FIN.

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