El lago encantado


En un pequeño pueblo rodeado de un hermoso bosque, vivía Sol, una niña curiosa y valiente. A pesar de ser muy joven, Sol tenía una habilidad especial: era una bruja en entrenamiento.

Todos los días practicaba sus hechizos en el jardín de su casa. Un día, mientras exploraba el bosque, Sol se encontró con un lago mágico. El agua era cristalina y reflejaba los rayos del sol de manera deslumbrante.

Fascinada por su belleza, Sol decidió acercarse al lago para ver qué secretos guardaba. Al llegar a la orilla del lago, Sol notó que algo extraño estaba ocurriendo. Las plantas y los animales parecían tristes y sin vida.

El agua del lago estaba oscurecida y no había rastro de peces ni pájaros cantando alegremente como solían hacerlo. Preocupada por lo que veía, Sol decidió investigar más a fondo. Fue entonces cuando vio a una pequeña hada llorando en la orilla del lago.

- ¿Qué te pasa? - preguntó Sol acercándose a ella con cuidado. El hada levantó su cabeza y entre sollozos le dijo:- Hace mucho tiempo que este lago perdió su brillo y vitalidad.

Antes solía ser un lugar lleno de vida y alegría, pero ahora todo está oscuro y triste. Conmovida por las palabras del hada, Sol decidió ayudarla. Sabía que debía usar sus poderes mágicos para traer la luz nuevamente al lago.

Sol se sentó junto al agua y comenzó a recitar un antiguo hechizo que había aprendido de su abuela bruja. Poco a poco, el lago empezó a iluminarse con los rayos del sol y las plantas volvieron a florecer.

El hada, emocionada, le dio las gracias a Sol por haber devuelto la vida al lago. Agradecida por su ayuda, le ofreció una recompensa especial. - Sol, como muestra de mi gratitud, te concedo un deseo.

Puedes pedir lo que quieras y se hará realidad. Sol pensó durante unos segundos y luego dijo:- Quiero que este lago siga siendo hermoso y lleno de vida para siempre. El hada sonrió y asintió.

Desde ese día, el lago nunca volvió a perder su brillo y continuó siendo un lugar mágico donde todos los seres vivos podían disfrutar de la naturaleza en armonía. Sol comprendió entonces la importancia de usar sus poderes mágicos para ayudar a otros y cuidar el medio ambiente.

A partir de ese momento, dedicó su tiempo no solo a practicar hechizos sino también a proteger la naturaleza que tanto amaba.

Y así fue como Sol, la niña bruja del bosque, se convirtió en una heroína que utilizaba sus habilidades mágicas para hacer del mundo un lugar mejor.

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