El lapis mágico

Había una vez un niño llamado Lucas que iba al colegio. Lucas era muy cuidadoso con sus cosas y siempre llevaba consigo un lapis especial que le había regalado su abuelita.

Un día, mientras estaba jugando en el recreo, su amigo Juan sin querer le rompió el lapis. Lucas se puso muy triste y enojado. - Ay, Juan, ¿cómo pudiste romper mi lapis? ¡Es muy especial para mí! - exclamó Lucas con lágrimas en los ojos.

Juan se sintió mal por lo sucedido y le prometió a Lucas que lo arreglaría. Al día siguiente, Juan llevó el lapis a su casa y con la ayuda de su mamá, lo pegaron y lo decoraron con brillantina y purpurina, dejándolo como nuevo.

Cuando Juan le entregó el lapis a Lucas, este se sorprendió y emocionado. - ¡Wow, parece mágico! ¡Me encanta! - exclamó Lucas, olvidando la tristeza y el enojo que había sentido.

Desde ese día, Lucas y Juan se volvieron aún más amigos y compartieron muchas aventuras juntos, aprendiendo que los errores se pueden enmendar y que la amistad es más fuerte que cualquier equivocación.