El lápiz mágico de Juan
Juan vivía en un pequeño pueblo en Argentina, donde su familia tenía una hermosa vaca lechera llamada Estrellita. Un día, Juan conoció a un hombre misterioso que le ofreció intercambiar su vaca por un lápiz mágico. Emocionado por la idea de tener un objeto tan especial, Juan aceptó el trueque sin pensar en las consecuencias.
Al regresar a casa con el lápiz mágico, Juan quiso probarlo de inmediato. Descubrió que podía dibujar cualquier cosa y verlo cobrar vida. Estaba tan emocionado que comenzó a dibujar animales, árboles y juguetes, creando su propio mundo de maravillas. Sin embargo, no se dio cuenta de que su jugueteo había demorado tanto que no pudo ayudar a su mamá con las tareas diarias.
Cuando su mamá descubrió lo que había hecho, se enfureció. '-¡Juan, ¿qué has hecho? ! ¡Intercambiar a Estrellita por un simple lápiz mágico es una locura!' - le regaño su mamá. Juan se sintió muy triste y arrepentido por haber decepcionado a su mamá. Ella decidió darle una lección y le prohibió usar el lápiz mágico durante una semana. Juan entendió que debía ser más responsable y atento a las consecuencias de sus acciones.
Durante esa semana, Juan se esforzó por ayudar a su mamá en las tareas de la casa y cuidar de Estrellita como antes. Finalmente, su mamá reconoció su cambio y le devolvió el lápiz mágico. Juan aprendió a valorar lo que tenía y a ser consciente de las decisiones que tomaba. Utilizó el lápiz mágico con responsabilidad, creando un mundo lleno de aventuras y aprendizaje, pero sin descuidar sus responsabilidades cotidianas. Desde entonces, Juan vivió muchas aventuras emocionantes mientras mantenía un equilibrio entre la diversión y las responsabilidades.
Al final, Juan comprendió que la magia más grande estaba en su capacidad para aprender de sus errores y en el amor y comprensión de su mamá.
FIN.