El lápiz que quería escribir solo
Había una vez en un pequeño escritorio de madera, un lápiz muy especial llamado Pinti. A diferencia de los demás lápices, Pinti tenía un gran deseo: quería escribir solo.
Pero el problema era que cada vez que alguien intentaba usarlo, él se sentía frustrado y no dejaba que sus dibujos salieran sobre el papel.
Un
día, Pinti escuchó la voz de la regla Mila que le dijo: 'Pinti, entiendo que quieras expresarte, pero recuerda que los lápices necesitan a alguien que los guíe para plasmar su creatividad. Juntos, podemos hacer cosas maravillosas'. Pero Pinti no quería escuchar y se enojó tanto que incluso rodó al suelo para escapar.
Mientras
estaba sobre el suelo, Pinti se encontró con una hoja en blanco llamada Blanqui que estaba triste porque nadie le escribía nada. Pinti se dio cuenta de que quizás su deseo de escribir solo no era tan importante como pensaba.
Decidió disculparse con Mila y unirse a ella y Blanqui para formar un gran equipo creativo.
A partir de ese día, Pinti aprendió a trabajar en armonía con los demás útiles de escritura. Descubrió que juntos podían crear increíbles obras de arte y disfrutar del proceso creativo.
Finalmente, Pinti entendió que la verdadera magia estaba en cooperar y compartir su talento con los demás.
FIN.