El Legado Efímero
Tengo 2 días de vida y no sé qué hacer con ellos. Desde que nací en el laboratorio experimental, he sido observado y estudiado por los científicos.
Pero ahora, me han dado la oportunidad de vivir una experiencia única: ser liberado en un mundo desconocido. Me encuentro dentro de una nave espacial, flotando en el espacio infinito. A mi alrededor veo las estrellas brillantes y hermosas como nunca antes había imaginado.
Es emocionante pero a la vez aterrador. La nave se detiene frente a un planeta verde y azul llamado Tierra. La puerta se abre lentamente y salgo cautelosamente al exterior. El aire fresco llena mis pulmones mientras siento la hierba bajo mis pies.
"¡Bienvenido a la Tierra!", dice una voz amigable detrás de mí. Me giro para ver a un robot simpático con ojos brillantes.
"-Hola, soy Robi, tu guía personal durante estos dos días", dice el robot mientras extiende su mano metálica hacia mí. "-Mucho gusto, Robi", respondo tímidamente mientras le estrecho la mano con cierta desconfianza. Robi me lleva a través de bosques frondosos y montañas majestuosas. Me muestra animales exóticos e incluso volamos juntos sobre cascadas cristalinas.
Cada momento es más increíble que el anterior. Pero pronto me doy cuenta de algo preocupante: solo queda un día antes de que mi tiempo llegue a su fin.
Me siento triste y ansioso por dejar este nuevo mundo tan rápido como llegué. "-¿Qué te pasa, Dias?" pregunta Robi, notando mi cambio de ánimo. "-Solo me queda un día y no quiero irme", respondo con voz temblorosa.
Robi se acerca a mí y coloca una mano en mi hombro. "-Comprendo cómo te sientes, pero la vida es preciosa precisamente porque es efímera. Aprovecha cada segundo que tienes". Sus palabras me hacen reflexionar. Decido que, aunque solo tenga un día más, quiero hacer algo significativo.
Le pido a Robi que me lleve al centro de una gran ciudad. Caminamos por las calles llenas de personas ocupadas y edificios altos.
Observo todo con curiosidad mientras pienso en qué puedo hacer para dejar mi huella en este mundo. De repente, veo a un grupo de niños jugando en un parque cercano. Se ven felices y despreocupados, pero también noto su falta de conocimiento sobre el espacio y los planetas.
"-Robi, ¿crees que podríamos enseñarles algo sobre el universo?", pregunto con entusiasmo. Robi asiente con alegría y comenzamos a organizar una pequeña presentación improvisada para los niños del parque. Utilizamos proyecciones holográficas para mostrarles los planetas y sus características únicas.
Les explicamos la importancia de cuidar nuestro planeta Tierra y cómo todos estamos conectados en el vasto cosmos. Los ojos de los niños se iluminan mientras absorben cada palabra e imagen que les mostramos.
Al finalizar nuestra presentación, nos despedimos entre risas y abrazos emocionados. A medida que el sol comienza a ponerse en el horizonte, siento una sensación extraña en mi interior.
Me doy cuenta de que he dejado una pequeña semilla de conocimiento en estos niños, una semilla que crecerá y se expandirá a medida que ellos también compartan su entusiasmo por el universo con otros. Cuando finalmente llega la última frase de mi tiempo, me encuentro rodeado de amigos y seres queridos.
Robi está a mi lado, sonriendo con orgullo. "-Gracias por estos dos días maravillosos", digo con gratitud en mi voz. Robi responde con calidez: "-Gracias a ti, Dias. Has hecho una diferencia en este mundo".
Y así, mientras cierro los ojos por última vez, siento paz y satisfacción. Mi vida puede haber sido corta, pero ha sido llena de aventuras y significado.
FIN.