El león brillante en su primer día de colegio



Había una vez un león brillante llamado Leo, cuyo pelaje deslumbraba con destellos dorados bajo el sol. A pesar de su brillo, Leo siempre había tenido miedo de ir al colegio.

Un día, su mamá le dijo: 'Leo, es hora de que vayas al colegio para aprender, divertirte y hacer nuevos amigos.' Leo, decidido a enfrentar su miedo, se preparó emocionado para su primer día de colegio.

Al llegar, se encontró con otros animales curiosos y traviesos que no podían creer lo brillante que era. Al principio, se sintió un poco tímido, pero luego, con valentía, se acercó a un grupo de animales que estaban jugando. -¿Hola, soy Leo! -dijo con entusiasmo.

-¡Wow, tu pelaje es realmente brillante! ¿Eres nuevo aquí? -preguntó el conejo saltarín. -Sí, es mi primer día. Estoy un poco nervioso, pero también emocionado por aprender y hacer amigos -respondió Leo.

Los animales se sorprendieron por la actitud positiva de Leo y decidieron mostrarle la escuela, ayudarle a sentirse bienvenido y enseñarle todo lo que sabían. Leo pronto se dio cuenta de que era brillante no solo por su pelaje, sino también por su inteligencia y su amabilidad.

Hizo muchos amigos y descubrió que el colegio era un lugar donde podía brillar de muchas maneras. Al final del día, Leo regresó a casa con una gran sonrisa y lleno de historias para contarle a su mamá.

Desde entonces, cada día en el colegio era una nueva aventura llena de aprendizaje y diversión. Y Leo, el león brillante, se convirtió en un ejemplo para todos en el colegio, demostrando que la verdadera brillantez está en el corazón.

FIN.

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