El león feroz y la amistad

En la sabana africana vivía un león feroz llamado Simba. Simba era temido por todos los animales, ya que siempre rugía y mostraba sus afilados dientes.

Un día, el pequeño antílope Timoteo se perdió en la sabana y se encontró cara a cara con Simba. En lugar de atacarlo, Simba se detuvo y le preguntó qué le sucedía. Timoteo, temblando de miedo, le contó que se había separado de su familia.

Simba, a pesar de su reputación feroz, decidió ayudarlo a buscar a su manada. Durante la búsqueda, Simba y Timoteo enfrentaron desafíos juntos, como escapar de una manada de hienas y cruzar un río lleno de cocodrilos.

Con valentía y trabajo en equipo, lograron encontrar a la familia de Timoteo. A partir de ese día, Simba comprendió que la verdadera fuerza no residía en ser feroz, sino en usar su valentía para ayudar a los demás.

Simba y Timoteo se convirtieron en grandes amigos y Simba ya no era temido, sino admirado por su nobleza y bondad.