El león que buscaba amigos en los jardines de Río Grande



En los tranquilos jardines de Río Grande, vivía un león llamado Leopoldo. A pesar de ser un león imponente y poderoso, Leopoldo anhelaba tener amigos con quienes jugar y compartir aventuras.

Paseaba por los senderos del jardín, pero todos los animales se asustaban al verlo y huían. Esto entristecía mucho a Leopoldo, quien ansiaba la compañía y la amistad. Un día, escuchó hablar sobre el Jardín de Infantes EMEI, donde había muchos niños y niñas que seguramente serían sus amigos.

Decidido, emprendió el viaje hacia el EMEI con la esperanza de encontrar la amistad que tanto anhelaba.

Al llegar al jardín, los niños y niñas se sorprendieron al ver a Leopoldo, pero él dio un paso al frente con valentía y les dijo: - Hola, soy Leopoldo, ¿podemos ser amigos? Los niños y niñas, aunque al principio estaban un poco asustados, se dieron cuenta de que Leopoldo no era peligroso, sino que buscaba amor y amistad.

Así, comenzaron a jugar juntos, corrieron por los patios, se divirtieron en los juegos y compartieron hermosos momentos. Leopoldo descubrió que la verdadera amistad no conoce de diferencias ni de miedos, y que lo importante es el cariño y el respeto mutuo.

Los niños y niñas también aprendieron a no juzgar por las apariencias y a darle la oportunidad a quienes buscan amor y amistad.

Desde ese día, Leopoldo visitaba el EMEI regularmente, disfrutando de la compañía y el cariño de sus nuevos amigos y amigas, demostrando que la amistad puede superar cualquier barrera. Y así, en los jardines de Río Grande, floreció una bella amistad entre un león noble y valiente, y un grupo de niños y niñas amorosos y comprensivos.

FIN.

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