El León Simón y la Nube Triste



Había una vez en la selva un león llamado Simón que era conocido por su valentía y sabiduría. Todos los animales de la selva acudían a él en busca de consejo y dirección.

Un día, mientras Simón descansaba bajo un frondoso árbol, una nube se acercó volando. La nube se llamaba Susana y estaba triste porque no podía llover sobre la selva desde hacía mucho tiempo. Se acercó al león con la esperanza de que pudiera ayudarla.

"Simón, necesito tu ayuda", dijo Susana con voz suave y preocupada. El león levantó su cabeza y miró a la nube con curiosidad. "¿Qué te ocurre, Susana?", preguntó el león con amabilidad.

Susana explicó cómo había estado intentando llover sobre la selva durante días sin éxito alguno. La falta de agua estaba afectando a todos los animales y plantas de la zona. El león escuchó atentamente e hizo una pausa antes de responder.

"Susana, entiendo tu preocupación pero yo no puedo hacer que llueva", respondió el león sinceramente. "Sin embargo, tengo un plan que podría ayudarte. "Simón propuso que hablaran con el gato más sabio del bosque para obtener su opinión sobre cómo solucionar el problema.

Juntos, fueron en busca del gato y lo encontraron durmiendo plácidamente junto a un riachuelo. El gato despertó sobresaltado cuando vio al león y a la nube frente a él.

"¡Oh! ¿Qué les trae por aquí?", preguntó el gato bostezando. Simón explicó la situación y le pidió al gato su consejo. Después de escuchar atentamente, el gato se levantó y caminó hacia un árbol cercano.

Allí, encontraron una rama larga y delgada que parecía ser parte de un nido de pájaros. "Si quieren traer lluvia a la selva, necesitan algo especial", dijo el gato con una sonrisa. "Esta rama esconde un antiguo hechizo que puede ayudar a Susana a llover sobre la selva.

"El león y la nube miraron con asombro mientras el gato pronunciaba palabras mágicas en voz baja. De repente, la rama comenzó a brillar intensamente y se convirtió en un hermoso dragón de colores.

El dragón voló por encima de la selva y comenzó a esparcir pequeñas gotas de agua por todas partes. Poco a poco, las gotas se convirtieron en una lluvia suave pero constante que empapaba la tierra sedienta. Los animales celebraron bajo la lluvia mientras las plantas reverdecían nuevamente.

Susana estaba feliz porque finalmente había podido cumplir su propósito como nube. El león, el gato y el dragón se convirtieron en grandes amigos gracias a esta aventura.

Juntos aprendieron que trabajar en equipo e involucrar diferentes habilidades puede llevarnos más allá de nuestros límites individuales. Desde aquel día, cada vez que necesitaban ayuda o enfrentaban desafíos difíciles, recordaban cómo trabajaron juntos para hacer llover sobre la selva.

Esta historia inspiró a todos los animales de la selva a unirse y colaborar para hacer frente a cualquier problema que enfrentaran en el futuro.

Y así, el león, la nube, el gato y el dragón vivieron felices y en armonía en la selva, recordando siempre que juntos pueden lograr cosas maravillosas.

FIN.

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