El león y la oveja valiente

En la tranquila pradera de la sabana africana vivían un león majestuoso y una oveja dulce y bondadosa. El león, llamado Simba, era el rey de la pradera y todos los animales lo respetaban y temían.

Por otro lado, la oveja, llamada Lana, era conocida por su amabilidad y su deseo de llevar armonía a todos sus vecinos. Un día, la pradera se vio amenazada por un feroz leopardo que aterrorizaba a todos los animales.

Simba, furioso por la intrusión en su territorio, decidió enfrentar al leopardo. Pero Lana, en un acto de valentía, se interpuso entre ellos y dijo: "Simba, el leopardo es un enemigo común. Si trabajamos juntos, podremos vencerlo y devolver la paz a la pradera".

Sorprendido por la determinación de Lana, Simba aceptó su ayuda. Juntos idearon un plan para derrotar al leopardo. Simba usaría su fuerza y velocidad, y Lana usaría su astucia y agilidad. Trabajaron en equipo, confiando el uno en el otro.

Finalmente, lograron atrapar al leopardo y expulsarlo de la pradera.

Los animales celebraron la valentía y el ingenio de Simba y Lana, aprendiendo que la unión hace la fuerza y que la valentía no depende del tamaño o la apariencia, sino del corazón y la determinación. Desde ese día, Simba y Lana se convirtieron en amigos inseparables, enseñando a todos que la verdadera grandeza se encuentra en el espíritu y en la colaboración mutua.