El León y Sus Amigos en el Bosque

Había una vez un león llamado Leóncio que vivía en un hermoso bosque. Leóncio era un león muy amigable y le encantaba jugar con sus amigos: la tortuga Tula, el conejo Raúl y la jirafa Giovana. Un día, decidieron explorar un rincón del bosque que nunca habían visitado.

"¡Vamos a ver qué hay allí!", dijo Leóncio emocionado.

"Sí, pero hay que tener cuidado", respondió Tula, un poco asustada.

Los amigos partieron contentos. Mientras caminaban, encontraron un arroyo brillante.

"¡Podemos jugar a saltar sobre las piedras!", sugirió Raúl, que era muy juguetón.

"¡Yo puedo saltar muy alto!", dijo Leóncio, intentando impresionar. Saltó y... ¡Splash! Se cayó al agua.

"¡Leóncio!", rieron Tula y Giovana.

Leóncio se sacudió el agua y dijo:

"¡Está divertido! ¿Quién quiere saltar conmigo?"

Mientras jugaban, escucharon un sonido extraño. Era un pájaro que no podía volar porque su ala estaba atascada en una rama.

"¡Pobre pájaro!", dijo Giovana con tristeza.

"¡Vamos a ayudarlo!", propuso Tula.

Leóncio usó su gran fuerza para mover la rama.

"¡Uno, dos, tres!", contó Leóncio, y con un gran empujón, la rama se movió.

El pájaro liberado voló alto y les gritó:

"¡Gracias, amigos! Ustedes son los mejores!"

Todos sonrieron y se sintieron felices.

"Juntos podemos hacer cualquier cosa", dijo Raúl.

"¡Sí! Siempre hay que ayudarse", agregó Tula.

Siguieron explorando el bosque, sintiéndose más unidos que nunca. Al final del día, regresaron a sus hogares con una gran sonrisa.

Y así, Leóncio y sus amigos aprendieron que la amistad y la ayuda hacen el mejor día.

Fue un día maravilloso en el bosque.