El libro de canciones mágicas
Érase una vez, en un reino lejano, vivía una princesa llamada Sofía. Ella era conocida por su belleza y su dulce voz. Pero a pesar de tenerlo todo, la princesa se sentía triste y solitaria.
Un día, mientras paseaba por el jardín del castillo, encontró un viejo libro abandonado en el suelo. Curiosa, decidió abrirlo y descubrió que era un libro de canciones. Cada página estaba llena de letras escritas con amor y pasión.
Sofía comenzó a leer las canciones en voz alta y algo mágico ocurrió: las palabras cobraron vida y se convirtieron en melodías que llenaron el aire. La princesa quedó maravillada al escuchar aquellas hermosas composiciones que parecían hechas especialmente para ella.
Sin embargo, había algo especial en estas canciones. Eran las mismas melodías que el príncipe Alejandro solía cantarle cuando eran niños.
El príncipe había partido hace muchos años en busca de aventuras y Sofía nunca más supo de él. Emocionada por este descubrimiento, la princesa decidió buscar al príncipe Alejandro para contarle lo mucho que significaban esas canciones para ella. Con valentía emprendió un viaje a través del reino desconocido.
Su primer destino fue el Bosque Encantado, donde los árboles hablaban y los animales bailaban al ritmo de las melodías mágicas.
Allí encontró a una vieja bruja llamada Beatriz, quien le dijo:"-Princesa Sofía, si quieres encontrar al príncipe Alejandro, debes seguir las notas musicales que te guiarán hacia él. "Así que la princesa siguió el consejo de la bruja y siguió su camino. Pronto llegó a un río misterioso, donde los peces saltaban al ritmo de las canciones y el agua brillaba con colores brillantes.
"-Princesa Sofía, sigue las notas musicales en el río para encontrar al príncipe Alejandro", dijo una sirena amable. La princesa continuó su viaje y llegó a un castillo abandonado.
Las paredes resonaban con ecos de risas pasadas y melodías olvidadas. Allí encontró a un anciano sabio llamado Martín, quien le dijo:"-Princesa Sofía, si quieres encontrar al príncipe Alejandro, debes tocar tu corazón con valentía y permitir que las canciones lo guíen hacia él".
Inspirada por estas palabras sabias, la princesa cerró los ojos y escuchó atentamente todas las canciones que había guardado en su corazón. De repente, sintió una conexión especial con cada nota musical.
Cuando abrió los ojos nuevamente, se encontraba frente a frente con el príncipe Alejandro. Ambos se abrazaron emocionados mientras sus voces se entrelazaban en una hermosa melodía de amor y reencuentro. Desde ese día en adelante, la princesa Sofía nunca más se sintió triste ni solitaria.
Juntos vivieron muchas aventuras llenas de música y alegría en todo el reino. Y así demostraron que cuando seguimos nuestras pasiones y escuchamos nuestro corazón, siempre podemos encontrar la felicidad que tanto anhelamos.
Y colorín colorado, esta historia de amor y música ha terminado.
FIN.