El Libro de la Amistad
Había una vez en el barrio de Villa Feliz, un grupo de amigos muy unidos: Martina, Benjamín, Sofía y Tomás.
Ellos siempre jugaban juntos después de la escuela y se divertían mucho, pero a veces surgían conflictos porque cada uno quería hacer las cosas a su manera. Un día, cansados de pelearse constantemente, decidieron reunirse en el parque para conversar sobre cómo podían solucionar sus diferencias.
Martina propuso algo brillante: "¿Y si creamos un libro de reglas que debemos seguir en nuestra casa y en la escuela?". Todos estuvieron de acuerdo con la idea y se pusieron manos a la obra.
Cada uno escribió las reglas que consideraba más importantes y juntos las revisaron y discutieron hasta llegar a un consenso. Así nació "El Libro de las Reglas de Villa Feliz". La primera regla era: "Respetarnos unos a otros". La segunda decía: "Escuchar antes de hablar".
Y así siguieron agregando normas como "Compartir los juguetes", "Ayudar a los demás" y "Decir la verdad siempre". Con el libro en mano, los amigos comenzaron a aplicar las reglas tanto en sus casas como en la escuela.
Pronto notaron que todo fluía mejor, ya no había tantas peleas ni malentendidos. Se sentían más felices y tranquilos sabiendo que estaban actuando correctamente. Un día, llegó al colegio un nuevo alumno llamado Lucas. Era tímido y le costaba adaptarse al grupo.
Los amigos decidieron acercarse a él y mostrarle "El Libro de las Reglas de Villa Feliz". Lucas lo leyó con atención y les dijo emocionado: "Nunca antes me habían enseñado algo así".
A partir de ese momento, Lucas se integró al grupo y juntos vivieron muchas aventuras aplicando las reglas del libro. Un día descubrieron que alguien estaba robando golosinas en el recreo. Decidieron investigar siguiendo las normas establecidas. "Primero tenemos que buscar pistas", dijo Benjamín.
"Sí, luego interrogaremos a posibles sospechosos", agregó Sofía. "Y finalmente resolveremos el misterio", concluyó Martina.
Gracias a su trabajo en equipo y respetando las reglas, lograron descubrir al ladrón ¡Era el conserje disfrazado! El director del colegio felicitó a los niños por su valentía e inteligencia para resolver el problema. Desde ese día, todos en Villa Feliz aprendieron la importancia de establecer reglas claras basadas en el respeto mutuo y la solidaridad.
Los niños se convirtieron en ejemplo para otros grupos escolares e incluso crearon una versión digital del libro para compartirlo con personas de todo el mundo.
Así, Martina, Benjamín, Sofía, Tomás y Lucas demostraron que cuando nos esforzamos por convivir pacíficamente siguiendo unas simples normas podemos lograr grandes cosas juntos ¡y ser realmente felices!
FIN.