El Libro de la Amistad



Había una vez en un tranquilo barrio de Buenos Aires, un grupo de amigas llamadas Sofía, Valentina y Camila. Eran inseparables y les encantaba pasar las tardes leyendo libros juntas en la casa de Sofía.

Una tarde lluviosa, mientras leían un libro sobre aventuras mágicas, algo extraordinario sucedió. De repente, todas se sintieron mareadas y antes de que pudieran darse cuenta, ¡se encontraron dentro del libro! Estaban en un nuevo mundo donde todo era muy raro.

Sofía miró a su alrededor y vio árboles con hojas brillantes que cambiaban de color constantemente. Valentina notó que el cielo tenía formas extrañas y colores nunca antes vistos.

Camila se dio cuenta de que las casas estaban hechas completamente de caramelos y chocolate. Las tres amigas se abrazaron asombradas por la increíble aventura en la que se encontraban. Decidieron explorar aquel mundo mágico juntas, sin saber qué desafíos les esperaban.

Caminando por el sendero de caramelo, llegaron a un puente custodiado por un gigante verde con tres cabezas. El gigante bloqueaba el paso y les dijo con voz grave: "Para cruzar este puente deberán resolver un acertijo cada una".

Las amigas intercambiaron miradas nerviosas pero decidieron enfrentar el desafío valientemente. Sofía fue la primera en intentarlo: "¿Qué tiene ojos pero no puede ver?" pensó por unos momentos hasta que exclamó: "¡Una papa!" El gigante sonrió y las dejó pasar.

Valentina siguió: "¿Cuál es el animal más antiguo?" se preguntó a sí misma hasta que respondió emocionada: "¡La tortuga!" El gigante asintió impresionado y las dejó avanzar.

Finalmente, llegó el turno de Camila: "¿Qué es lo único que crece cuando lo cortas?" reflexionó profundamente hasta que exclamó triunfante: "¡Una vela!" El gigante aplaudió emocionado y las felicitó permitiéndoles cruzar el puente hacia una nueva parte del mundo mágico.

A medida que seguían explorando, enfrentaron más desafíos divertidos como laberintos encantados, criaturas curiosas e incluso aprendieron hechizos simples para ayudarlas en su travesía. Aprendieron el valor de trabajar juntas, usar su ingenio y mantenerse positivas ante los obstáculos. Después de muchas aventuras emocionantes, finalmente encontraron una salida del libro mágico.

Al salir del libro volvieron a la sala donde habían estado leyendo tranquilamente minutos antes como si nada hubiera pasado. Se abrazaron felices por haber vivido una experiencia tan increíble juntas.

Desde ese día supieron que aunque sus vidas fueran comunes y corrientes siempre podrían escapar a mundos fantásticos si permanecían unidas como verdaderas amigas.

FIN.

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