El libro de la fortuna
En un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza vivían dos hermanos gemelos, Egan y Eros. Desde pequeños, su familia les inculcó valores como el amor, la solidaridad y el respeto mutuo.
Los dos hermanos eran inseparables y compartían todo juntos. Un día, mientras caminaban por el bosque cercano a su casa, encontraron un antiguo libro con una extraña inscripción en la portada que decía: "El camino hacia el éxito".
Intrigados, decidieron llevarlo a casa y descubrir de qué se trataba. Al abrirlo, vieron que era un libro de consejos para alcanzar el éxito en la vida. Uno de los capítulos hablaba sobre la importancia de trabajar duro y perseguir los sueños con pasión.
Los dos hermanos quedaron maravillados con lo que leyeron y decidieron seguir al pie de la letra los consejos del libro. Los días pasaron y ambos se graduaron del liceo con honores.
Luego ingresaron juntos a la universidad para estudiar Ingeniería Civil, una carrera que siempre había sido su sueño desde niños. "Egan, ¿crees que podremos lograrlo? Construir grandes edificaciones y dejar nuestra huella en este mundo", preguntó Eros emocionado. "Claro que sí, hermano.
Con esfuerzo y dedicación todo es posible", respondió Egan con determinación. Durante su tiempo en la universidad enfrentaron desafíos difíciles pero nunca se rindieron.
Estudiaban juntos hasta altas horas de la noche, se apoyaban mutuamente en cada proyecto y siempre estaban ahí el uno para el otro. Finalmente, llegó el día de su graduación. Egan y Eros recibieron sus diplomas con una gran sonrisa en sus rostros, sabiendo que estaban listos para enfrentar el mundo laboral juntos.
Poco tiempo después, comenzaron a trabajar en una reconocida empresa constructora donde pusieron en práctica todos los conocimientos adquiridos durante años de estudio. Su dedicación no pasó desapercibida por sus jefes quienes les ofrecieron liderar un importante proyecto: construir un puente que uniría dos ciudades vecinas.
"¡Lo logramos! ¡Vamos a construir algo increíble juntos!", exclamó emocionado Egan abrazando a su hermano. Con trabajo arduo y compromiso, Egan y Eros completaron el proyecto del puente antes de lo previsto.
La inauguración fue un éxito total y ambos fueron reconocidos como jóvenes talentosos dentro del mundo de la ingeniería civil. Desde ese día en adelante, los dos hermanos continuaron trabajando juntos en diferentes proyectos alrededor del país dejando una huella imborrable por dondequiera que iban.
Siempre recordaban aquel antiguo libro que encontraron en el bosque como fuente de inspiración para nunca rendirse ante las adversidades.
Y así fue como Egan y Eros demostraron al mundo entero que cuando se tiene amor fraternal, determinación e ilusión por alcanzar los sueños; nada es imposible.
FIN.