El Libro de la Imaginación
encia entre ellos: Andrés era ciego. A pesar de esto, los dos hermanos eran inseparables y compartían una conexión especial que iba más allá de las palabras.
Una mañana, mientras paseaban por el bosque cercano a su casa, Isidora le describía a Andrés la belleza de los árboles, el canto de los pájaros y el olor a tierra mojada. Andrés escuchaba atentamente cada palabra de su hermana, imaginando en su mente un mundo lleno de colores y formas.
De repente, Isidora se detuvo. Había encontrado un viejo libro en el suelo, casi enterrado bajo las hojas caídas. Lo limpió con cuidado y vio que se trataba de un libro de cuentos antiguos.
Emocionada, decidió llevárselo a casa para leerle a su hermano. Esa noche, Isidora se sentó junto al fuego y comenzó a leer en voz alta las historias del libro.
Andrés escuchaba con atención cada relato, dejándose llevar por la magia de las palabras. Se reía con las aventuras de valientes caballeros y suspiraba con los romances entre princesas y príncipes. "¿Te gustaría vivir una aventura como esas algún día?", preguntó Isidora al terminar uno de los cuentos.
Andrés sonrió con ilusión y respondió: "¡Claro que sí! Aunque no pueda verlo, sé que hay un mundo maravilloso ahí fuera esperando por nosotros".
Los días pasaron y los hermanos continuaron explorando juntos el bosque, creando sus propias aventuras inspiradas en los cuentos del libro antiguo. Isidora se convirtió en los ojos de Andrés, describiéndole cada detalle del paisaje que descubrían. Una tarde, mientras caminaban cerca del río cristalino que cruzaba el bosque, escucharon un débil llanto proveniente detrás de unos arbustos.
Al acercarse encontraron a un cachorro abandonado que parecía necesitar ayuda. Isidora lo tomó en brazos y lo llevó consigo sin dudarlo. Juntos decidieron cuidarlo y darle un hogar donde pudiera crecer feliz y seguro.
Con el tiempo, aquel cachorro se convirtió en parte importante de la familia formada por Isidora y Andrés. Jugaron juntos incontables tardes en el bosque e incluso llegaron a salvarlos en una ocasión cuando se extraviaron durante una tormenta.
—"Hermanito" , dijo Isidora una noche bajo las estrellas brillantes del cielo. "A pesar de nuestras diferencias somos capaces juntos hacer cosas increibles. "Andrés asintió emocionado,"Gracias por ser mi luz cuando todo parece oscuro.
"Y así, entre risas compartidas y momentos inolvidables, los hermanos demostraron al mundo que no importa cuán grande sea la adversidad si tienes a alguien especial a tu lado para guiarte.
FIN.