El libro de las identidades mágicas



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, una niña llamada Juanita. Juanita era una niña muy curiosa y siempre estaba en busca de aventuras.

Un día, mientras jugaba en el bosque cerca de su casa, encontró un viejo libro mágico escondido entre los árboles. Intrigada, Juanita abrió el libro y descubrió que dentro de él había un hechizo para cambiar de identidad.

Sin pensarlo dos veces, decidió pronunciar las palabras mágicas y ¡puf! En un abrir y cerrar de ojos, se transformó en otra persona. Al principio, Juanita estaba emocionada por su nueva identidad. Se convirtió en Sofía, una valiente exploradora que viajaba por todo el mundo en busca de tesoros perdidos.

Pero pronto se dio cuenta de que ser Sofía no era tan fácil como parecía. "¿Por qué estás triste, Sofía?" -le preguntó su compañero de aventuras, el intrépido Capitán Mateo.

"Es que extraño ser yo misma, extraño ser Juanita", respondió con nostalgia la niña disfrazada. Capitán Mateo le recordó a Sofía que cada identidad tiene sus propias fortalezas y debilidades. Le enseñó que lo importante no era ser alguien más, sino aprender a valorar quién eres realmente.

Con esta nueva perspectiva, Sofía decidió deshacer el hechizo y volver a ser Juanita. Al hacerlo, se sintió aliviada y feliz de regresar a su propia piel.

A partir de ese día, Juanita siguió explorando el mundo con la misma curiosidad de siempre, pero ahora valoraba aún más su verdadera identidad. Aprendió que no hay nadie como ella y que eso es lo que la hace especial.

Y así fue como Juanita vivió muchas más aventuras sin necesidad de cambiar quién era. Porque entendió que la magia verdadera está en aceptarse a uno mismo tal como es. Y colorín colorado este cuento ha terminado.

FIN.

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