El Libro de las Transformaciones



Había una vez en la ciudad de Buenos Aires, un grupo de amigos llamados Sofía, Lucas y Martín. Les encantaba jugar a las salas de escape, donde debían resolver acertijos y encontrar pistas para poder salir.

Un día, escucharon hablar sobre una sala en particular que era conocida como —"Backrooms" , la más aterradora de todas. Intrigados por el desafío, decidieron ir a probar suerte en Backrooms.

Al llegar al lugar, se encontraron con un edificio viejo y abandonado. Al entrar, las luces parpadeaban y los pasillos parecían interminables. El ambiente estaba lleno de misterio y susurros extraños. -¡Vamos chicos! No tengamos miedo -dijo Sofía intentando animar al grupo.

Caminaron por los oscuros pasillos buscando pistas para salir de esa espeluznante sala. De repente, escucharon un ruido fuerte detrás de ellos y se dieron cuenta de que estaban siendo perseguidos por algo desconocido. -Corran ¡Rápido! -gritó Lucas mientras todos apresuraban el paso.

Pero no importaba cuánto corrieran o cuántas puertas abrieran, siempre terminaban volviendo al mismo lugar: el inicio del laberinto. Parecía como si Backrooms jugara con ellos. Desesperados pero decididos a no rendirse, continuaron explorando cada rincón en busca de alguna pista nueva.

Fue entonces cuando Martín encontró un antiguo libro en uno de los estantes polvorientos. -¡Miren esto! Tal vez este libro nos dé una pista -exclamó emocionado.

El libro hablaba sobre la historia del lugar y cómo un grupo de niños había quedado atrapado en Backrooms hace mucho tiempo. Pero uno de ellos, llamado Tomás, logró encontrar una salida gracias a su ingenio y valentía. -¡Eso es! Debemos seguir el ejemplo de Tomás -dijo Sofía con determinación-.

Seguro que hay una forma de salir de aquí si trabajamos juntos. Decidieron dividirse para buscar pistas más rápido.

Lucas encontró un mapa antiguo que mostraba los caminos ocultos del laberinto, mientras Martín descubrió una llave escondida detrás de un cuadro polvoriento. Sofía encontró una nota que decía: "La respuesta está en tu reflejo".

Intrigados por la nota, se miraron al espejo que estaba en la sala principal y notaron algo extraño: sus reflejos no eran exactamente iguales a ellos mismos. Se dieron cuenta de que debían cambiar sus características físicas para poder salir. Lucas usó la llave para abrir una puerta secreta que los llevó a un cuarto lleno de disfraces y accesorios.

Con risas y diversión, comenzaron a disfrazarse y cambiar sus apariencias. Una vez transformados, regresaron al espejo y esta vez vieron sus verdaderos reflejos reflejados en él. La puerta principal se abrió mágicamente revelando un hermoso jardín iluminado por el sol.

-¡Lo logramos! ¡Salimos! -gritaron emocionados mientras salían corriendo hacia la libertad. Aprendieron muchas lecciones durante esa experiencia. Aprendieron que el trabajo en equipo y la valentía son clave para superar cualquier desafío.

También aprendieron que, a veces, es necesario cambiar nuestra perspectiva o incluso nuestra apariencia para encontrar soluciones. Desde ese día, Sofía, Lucas y Martín se convirtieron en los mejores amigos y continuaron enfrentando juntos todos los desafíos de las salas de escape.

Nunca olvidaron lo que vivieron en Backrooms y siempre recordaron que no hay nada imposible cuando trabajan unidos. Y así, con una sonrisa en sus rostros y un corazón lleno de coraje, siguieron explorando nuevas aventuras mientras mantenían viva su amistad.

FIN.

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