El libro de los sueños familiares



Había una vez, en un pequeño pueblo de Argentina, una niña llamada Sofía. Sofía vivía en un hogar con muchas más niñas y niños, todos ellos cuidados por personas amorosas que se encargaban de brindarles un techo y comida.

A pesar de tener muchos amigos con los que jugar, a Sofía le faltaba algo muy importante: una familia propia.

Soñaba con tener un papá y una mamá que la cuidaran, además de dos perros para jugar y hacer travesuras juntos. Un día, mientras jugaba en el patio trasero junto a sus amigos del hogar, Sofía encontró un viejo libro lleno de cuentos mágicos. Emocionada, decidió abrirlo y comenzar a leer.

Al pasar las páginas, Sofía descubrió una historia sobre cómo encontrar su propia familia. El libro decía que si deseas algo con mucha fuerza y lo visualizas claramente en tu mente, el universo conspirará para hacerlo realidad.

Sofía cerró el libro emocionada y decidió poner en práctica lo que había aprendido.

Esa noche antes de dormir, imaginó a su papá jugando al fútbol con ella en el parque; visualizó a su mamá preparándole ricas tortas caseras; e incluso imaginó a sus dos perros corriendo felizmente por el jardín. Los días pasaron y Sofía siguió esperando pacientemente. Un día soleado mientras jugaba afuera del hogar junto a sus amigos, escuchó alguien llamarla desde la puerta principal. "¡Sofíaaaa! ¿Estás ahí?", gritaba una voz desconocida.

Sofía corrió emocionada hacia la puerta y se encontró con una pareja sonriente. Eran Juan y Marta, una pareja que siempre había deseado tener una hija. "Hola, Sofía", dijo la señora Marta con cariño.

"Hemos venido a buscarte porque queremos ser tu mamá y papá". Los ojos de Sofía se iluminaron de alegría. No podía creer que su sueño se estuviera haciendo realidad.

Abrazó a Juan y Marta con fuerza mientras les contaba sobre sus dos perros imaginarios. "¡También queremos tener dos perros!", exclamó el señor Juan riendo. Y así fue como Sofía encontró su familia soñada. Juan y Marta adoptaron a Sofía como su hija y juntos vivieron momentos llenos de amor y felicidad.

Cumplieron el deseo de Sofía al adoptar dos adorables perros llamados Chispa y Rocky, quienes se convirtieron en los mejores amigos de la pequeña niña.

Desde aquel día, Sofía aprendió que los sueños pueden hacerse realidad si realmente crees en ellos. Descubrió que el amor no tiene límites ni fronteras, y que las familias pueden formarse de muchas maneras diferentes.

Y así, junto a su nueva familia llena de amor, juegos divertidos con sus papitos y travesuras junto a Chispa y Rocky, Sofía vivió felizmente para siempre.

FIN.

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