El Libro del Bosque Encantado

a que pasaba el tiempo, Juan y Marcela descubrieron que tenían muchas cosas en común. Les encantaba la fotografía, la naturaleza y los viajes.

Decidieron empezar a salir juntos a tomar fotos por la ciudad y pronto se convirtieron en grandes amigos. Un día, mientras caminaban por un parque buscando el ángulo perfecto para una foto, encontraron un viejo libro tirado en el suelo. Lo recogieron y vieron que era un libro de cuentos con ilustraciones maravillosas.

Se miraron emocionados y decidieron llevarlo a casa para leerlo juntos. Al abrir el libro, una luz brillante salió de sus páginas y los envolvió.

De repente, se encontraron dentro del cuento, en un bosque mágico lleno de criaturas fantásticas. Juan y Marcela se miraron sorprendidos pero emocionados por la aventura que les esperaba.

Caminaron por el bosque hasta llegar a un lago cristalino donde una hada les habló: "Bienvenidos al Bosque Encantado, donde los sueños se hacen realidad. Para volver a casa, deberán superar tres pruebas: la prueba del coraje, la prueba de la amistad y la prueba del amor verdadero". Juan y Marcela asintieron decididos a cumplir las pruebas.

La primera prueba consistía en cruzar un puente colgante sobre un abismo profundo. Juan tomó la mano de Marcela y juntos dieron cada paso con valentía hasta llegar al otro lado. "¡Lo logramos!", exclamó Marcela sonriendo.

La segunda prueba los llevó a enfrentarse a un laberinto donde debían encontrar el camino correcto trabajando juntos. Con paciencia y comunicación lograron salir victoriosos. Finalmente, llegaron a la tercera prueba: rescatar al unicornio herido que habitaba en lo más profundo del bosque oscuro.

Juan recordó las palabras de la hada sobre el amor verdadero y sin dudarlo ayudó al unicornio mientras Marcela lo cuidaba con ternura.

El unicornio sanó gracias al amor desinteresado de Juan y Marcela, quienes demostraron ser dignos de regresar a casa. Al despertar, se encontraron nuevamente en el parque con el libro entre sus manos. "¡Fue increíble! ¿Pero fue real?", preguntó Juan incrédulo.

Marcela sonrió con complicidad antes de responder:"Puede que haya sido un sueño o puede que hayamos vivido una aventura inolvidable juntos. "Desde ese día, Juan y Marcela supieron que su amistad era especial e indestructible como las pruebas superadas en aquel Bosque Encantado.

Juntos seguirían explorando el mundo con sus cámaras en mano capturando momentos mágicos e inspiradores para compartir con todos aquellos dispuestos a creer en la magia de la amistad verdadera.