El libro encantado de la maestra Sofía
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Primavera, donde todas las casas estaban rodeadas de hermosos jardines llenos de flores de todos los colores.
En el centro del pueblo, se encontraba la escuela "Rosa de los Vientos", donde asistían muchos niños y niñas que disfrutaban aprendiendo cada día. Un día llegó a la escuela una nueva maestra llamada Sofía. Ella era muy especial, ya que siempre llevaba consigo un libro titulado "Flores Amarillas".
Este libro parecía tener un brillo mágico que atraía la atención de todos los niños. La maestra Sofía les contó a sus alumnos que "Flores Amarillas" era un libro muy ambicioso y trabajado, pero sobre todo inspirador.
Los niños estaban ansiosos por descubrir qué secretos guardaba ese libro tan especial. Así que, cada tarde después de clases, la maestra Sofía les leía un capítulo de "Flores Amarillas" a sus alumnos.
La historia trataba sobre una joven flor amarilla llamada Margarita, quien soñaba con ser la flor más hermosa del jardín. "¿Por qué Margarita quiere ser la flor más hermosa?" preguntó Juanito, uno de los alumnos más curiosos.
"Porque ella cree que solo así será feliz", respondió la maestra Sofía con una sonrisa. Los días pasaron y los niños seguían atentos a cada palabra del libro. Se emocionaban con las aventuras de Margarita y aprendían valiosas lecciones sobre la importancia de valorarse a uno mismo tal como es.
Un día, mientras paseaban por el jardín de la escuela, los niños vieron una pequeña margarita amarilla que parecía marchitarse en un rincón olvidado.
Recordando la historia del libro, decidieron cuidarla y regarla con amor para ayudarla a crecer fuerte y radiante. Con el paso del tiempo, aquella margarita amarilla se convirtió en la flor más hermosa y resplandeciente del jardín.
Los niños comprendieron entonces que no se trataba solo de ser bello por fuera, sino también por dentro; cuidando y valorando lo especial que hay en cada uno. La noticia sobre la maravillosa transformación de esa margarita llegó a oídos de toda Villa Primavera.
La gente admiraba su belleza e incluso le pusieron el nombre "Margarita Brillante", en honor a aquel cuento inspirador.
Y así, gracias al poderoso mensaje del libro "Flores Amarillas" y al amor y cuidado de los niños hacia esa pequeña margarita amarilla, aprendieron juntos que lo verdaderamente importante es cultivar nuestra propia luz interior para brillar con fuerza ante cualquier adversidad.
FIN.