El Libro Encantado de Lola



Había una vez en un pequeño pueblo de Argentina llamado "Valle Esperanza", donde todos los habitantes se caracterizaban por su bondad y solidaridad. En este lugar vivía una niña llamada Lola, quien destacaba por ser muy curiosa y valiente.

Un día, mientras paseaba por el bosque cercano al pueblo, Lola encontró un viejo libro en el suelo.

Al abrirlo, descubrió que se trataba de un libro mágico que le enseñaría valiosos valores si lograba superar las pruebas que se presentaran. Lola decidió aceptar el desafío y comenzó a leer el primer capítulo del libro. De repente, una luz brillante la rodeó y cuando volvió a abrir los ojos se encontró en un mundo totalmente diferente.

Estaba en un campo verde con flores de colores vibrantes y árboles frondosos. De repente, apareció frente a ella un conejito muy simpático llamado Pancho. "¡Hola! Soy Pancho, ¿qué haces aquí?", preguntó curioso. "Hola Pancho, soy Lola.

Estoy aquí para aprender sobre valores ¿me podrías ayudar?", respondió ella con entusiasmo. Pancho sonrió y le dijo: "Por supuesto, pero primero debes superar tres pruebas".

La primera prueba consistía en ayudar a un pajarito herido a construir su nido. Con paciencia y cuidado, Lola recogió ramitas y hojas para hacer el nido junto al pajarito. La segunda prueba era encontrar agua para saciar la sed de un zorrito cansado.

Lola recordó las enseñanzas del libro sobre la importancia de ser solidarios y compartió su cantimplora con el zorrito. Finalmente, la tercera prueba consistía en salvar a una tortuga atrapada entre ramas espinosas.

Sin dudarlo ni un segundo, Lola cortó las ramas con cuidado liberando a la tortuga. Al completar las tres pruebas con éxito, una luz brillante envolvió nuevamente a Lola llevándola de vuelta al bosque donde había encontrado el libro mágico.

Cuando abrió los ojos estaba sentada bajo el árbol donde había estado leyendo inicialmente. Al mirar hacia adelante vio al conejito Pancho frente a ella. "¡Felicidades!", exclamó Pancho emocionado. "Has demostrado ser valiente y solidaria al superar estas pruebas".

Lola sonrió feliz sabiendo que había aprendido importantes valores como la solidaridad y la empatía durante esa aventura mágica. "Gracias Pancho por tu ayuda", dijo Lola emocionada. "Ahora sé lo importante que es ayudarnos mutuamente".

Desde ese día, Lola siguió practicando esos valores en su vida diaria inspirando a todos en Valle Esperanza a hacer lo mismo. Y así, gracias al libro mágico y sus enseñanzas, ese pequeño pueblo se convirtió en un lugar lleno de amor, amistad y respeto mutuo donde todos vivían felices para siempre.

FIN.

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