El Libro Encantado de Lola y Violeta



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Verde, una niña llamada Lola que estaba aprendiendo a leer.

Todos los días, después de la escuela, se sentaba en su escritorio con su libro de cuentos favorito y practicaba cada letra y palabra con mucha dedicación. Un día, mientras paseaba por el bosque cerca de su casa, encontró un viejo libro mágico debajo de un árbol.

Con curiosidad, lo abrió y vio que las páginas estaban llenas de palabras brillantes y coloridas que parecían cobrar vida ante sus ojos. Lola comenzó a leer en voz alta y de repente, las letras empezaron a bailar y formar figuras en el aire.

Estaba tan emocionada que decidió llevarse el libro a casa para seguir descubriendo sus secretos. Al llegar a su habitación, se sentó frente al libro mágico y siguió leyendo página tras página.

De repente, una voz dulce salió del libro diciendo: "Hola Lola, soy Violeta, la guardiana de las letras. He estado esperando por ti". Lola no podía creer lo que estaba escuchando y preguntó asombrada: "-¿Cómo es posible que puedas hablar?". "-Soy parte de este libro mágico que has encontrado.

Mi misión es ayudarte a descubrir el poder de las palabras y enseñarte a leer con alegría", respondió Violeta. Desde ese día, Lola pasaba horas junto a Violeta explorando historias maravillosas y aprendiendo nuevos vocablos.

Cada vez que leía en voz alta, las letras cobraban vida y formaban mundos fantásticos ante sus ojos. Un día, mientras practicaba la lectura en el parque del pueblo, vio a un grupo de niños jugando cerca del lago.

Se acercó tímidamente e invitó a los niños a escuchar una historia emocionante del libro mágico. Los niños se sentaron alrededor de Lola fascinados por las aventuras narradas por ella junto con Violeta. Al terminar la historia aplaudieron emocionados y pidieron más cuentos.

Desde ese momento, Lola se convirtió en la narradora oficial del pueblo y todos los niños esperaban ansiosos sus historias llenas de magia y enseñanzas.

Gracias al poder de la lectura y la amistad con Violeta, Lola descubrió un mundo nuevo lleno de posibilidades donde cada palabra era como un tesoro por descubrir.

Y así fue como nuestra valiente protagonista aprendió no solo a leer sino también a compartir su amor por los libros con todos aquellos que deseaban embarcarse en increíbles aventuras sin salir del lugar.

FIN.

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