El libro mágico de Alex



Había una vez una niña llamada Alexa Mirna Mendoza Navidad, a quien todos en su vecindario conocían como Alex. Alex era una niña muy curiosa y siempre estaba buscando nuevas aventuras.

Un día, mientras jugaba en el parque con sus amigos, encontró un viejo libro mágico escondido entre los arbustos. Sin pensarlo dos veces, lo tomó y corrió a casa para descubrir qué secretos guardaba.

Al abrir el libro, una nube de polvo mágico salió volando y se transformó en un pequeño duende llamado Lepi. Lepi le explicó que el libro tenía el poder de llevarla a diferentes lugares del mundo cada vez que ella pronunciara la palabra —"aventura" .

Emocionada por esta nueva oportunidad de explorar lugares desconocidos, Alex decidió probarlo de inmediato. Pronunció la palabra —"aventura"  y en un abrir y cerrar de ojos, se encontraba en medio de la selva amazónica.

Allí conoció a Tito, un mono travieso pero amigable que se convirtió en su guía durante su estancia en la selva. Juntos recorrieron senderos ocultos, saltaron sobre lianas gigantes e incluso se enfrentaron a algunos peligros como serpientes venenosas y arañas gigantes.

Después de unos días llenos de emociones fuertes en la selva amazónica, Alex decidió regresar a casa. Pronunció nuevamente la palabra —"aventura"  y apareció junto a Tito frente al Taj Mahal en India.

Allí conocieron a Ravi, un niño inteligente y amable que les mostró los secretos de la cultura india. Juntos visitaron templos antiguos, aprendieron a bailar Bollywood y disfrutaron de deliciosas comidas picantes. La siguiente parada fue en un país muy frío: Canadá.

Allí Alex conoció a Emma, una niña valiente que le enseñó a patinar sobre hielo y construir un iglú. Juntas, exploraron el Parque Nacional Banff y se maravillaron con las hermosas montañas nevadas.

Después de muchas aventuras alrededor del mundo, Alex decidió regresar a casa para compartir todas sus experiencias con su familia y amigos. Aunque extrañaba la emoción de viajar, sabía que siempre podía volver al libro mágico cuando quisiera. Desde aquel día, Alex nunca dejó de buscar nuevas aventuras cerca o lejos de su hogar.

Aprendió que no necesitaba ir muy lejos para encontrar emociones fuertes y descubrir cosas nuevas; solo tenía que estar abierta a las posibilidades.

Y así es como Alexa Mirna Mendoza Navidad se convirtió en una verdadera experta en aventuras, inspirando a todos los niños a explorar el mundo que los rodea y nunca dejar de soñar.

FIN.

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