El libro mágico de Ana
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, vivía una niña llamada Ana. Ana era muy curiosa y siempre estaba dispuesta a aprender cosas nuevas.
Un día, mientras paseaba por el parque, encontró un libro mágico en uno de los bancos. Intrigada, Ana decidió abrir el libro y comenzar a leerlo. Para su sorpresa, cada página del libro estaba en blanco.
Pero al cerrarlo y volverlo a abrir, apareció un personaje misterioso llamado Sabio Sabino. - ¡Hola Ana! Soy Sabio Sabino, un ser mágico que te enseñará la importancia de escuchar para entender -dijo el personaje con una sonrisa amable.
Ana se sorprendió mucho al ver a alguien salir del libro y le preguntó:- ¿Cómo puedo aprender eso? Siempre escucho pero nunca entiendo realmente lo que me dicen. Sabio Sabino asintió comprensivamente y respondió:- Es un problema común, pero no te preocupes.
Tengo una misión para ti: debes encontrar las palabras mágicas que te ayudarán a escuchar y entender mejor. Emocionada por la aventura propuesta por el sabio personaje, Ana aceptó sin dudarlo. El primer lugar donde debía buscar era la Biblioteca Encantada del Bosque Prodigioso.
Al llegar allí, se encontró con Don Libroso, el bibliotecario más sabio de todos los cuentos infantiles. - Hola Don Libroso -saludó Ana-. Estoy buscando las palabras mágicas que me ayudarán a escuchar para entender mejor.
El bibliotecario sonrió y respondió:- ¡Claro que sí, Ana! Las palabras mágicas son: "Escucha con atención". Recuerda repetirlas siempre en tu mente mientras conversas con alguien. Ana agradeció al bibliotecario y se dirigió al siguiente destino, el Jardín de las Mariposas Parlantes.
Allí encontró una mariposa muy especial llamada Violeta, que podía hablar y entender a los humanos. - Hola Violeta -saludó Ana-. Estoy buscando las palabras mágicas para escuchar mejor.
¿Puedes ayudarme? Violeta revoloteó emocionada y respondió:- ¡Claro que puedo ayudarte, pequeña amiga! Las palabras mágicas son: "Pregunta si no entiendes". Si tienes dudas sobre lo que te dicen, no tengas miedo de preguntar para aclarar todo. Ana agradeció a la mariposa y continuó su búsqueda.
El último destino era la Cueva del Eco Sabio, un lugar donde el eco podía responder preguntas. Al entrar en la cueva oscura, Ana gritó:- ¡Hola Eco Sabio! Estoy buscando las palabras mágicas para entender mejor.
El eco respondió desde lo profundo de la cueva:- ¡Entender mejor! Ana comprendió rápidamente que esas eran las palabras mágicas finales. Debía repetir en voz alta "Entender mejor" cada vez que quisiera comprender realmente lo que le decían.
Llena de alegría por haber completado su misión exitosamente, Ana regresó al parque con el libro en mano y encontró nuevamente a Sabio Sabino esperándola. - Felicidades Ana -dijo el sabio personaje-.
Ahora que tienes las palabras mágicas, recuerda siempre escuchar con atención, preguntar si no entiendes y repetir en tu mente "entender mejor". Así, te convertirás en una gran comunicadora. Ana agradeció al sabio personaje y prometió usar las palabras mágicas en su vida diaria.
A partir de ese día, Ana se convirtió en una excelente oyente, comprendiendo y entendiendo a los demás de manera profunda. Y así fue como Ana aprendió la importancia de escuchar para entender realmente.
Desde aquel día, ella hizo la diferencia en Villa Esperanza al enseñar a otros niños y adultos sobre la magia de las palabras mágicas. Juntos, lograron crear un pedacito de cielo donde todos se escuchaban unos a otros con amor y comprensión.
FIN.