El libro mágico de Fantasía
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, una niña llamada Fantasía. Fantasía era una niña muy curiosa y soñadora que siempre estaba buscando aventuras en cada rincón de su mundo.
Un día, mientras exploraba el bosque cercano a su casa, Fantasía se encontró con un misterioso libro antiguo. Sin pensarlo dos veces, lo abrió y comenzó a leer. El libro hablaba sobre criaturas mágicas y reinos lejanos llenos de maravillas.
Emocionada por la posibilidad de vivir sus propias aventuras, Fantasía decidió adentrarse en el bosque para encontrar el portal hacia ese mundo mágico descrito en el libro. Siguiendo las indicaciones del texto, llegó a un claro donde había un gran árbol centenario.
Fantasía se acercó al árbol y tocó su tronco con delicadeza. De repente, una luz brillante envolvió todo su cuerpo y cuando abrió los ojos se encontraba en medio de un increíble jardín lleno de flores gigantes y animales parlantes.
"¡Wow! ¡Estoy en el mundo mágico!" exclamó emocionada Fantasía. De pronto, apareció ante ella un conejo blanco vestido con elegantes ropajes. "Bienvenida al Reino Encantado, querida amiga", dijo el conejo sonriendo. "Soy Pomponio, tu guía aquí".
Fantasía siguió al conejo por caminos empedrados hasta llegar al castillo real. Allí se encontraron con la Reina Celestina, quien les explicó que el reino estaba en peligro.
Un malvado hechicero había robado la fuente de la magia y sin ella, el Reino Encantado se estaba desvaneciendo poco a poco. "¡No te preocupes, Reina Celestina! ¡Yo puedo ayudarlos!" exclamó Fantasía decidida.
La reina le dio a Fantasía una varita mágica y le explicó que para recuperar la fuente de la magia debía enfrentarse al hechicero y resolver tres acertijos mágicos. Fantasía se adentró en un bosque oscuro donde encontró al hechicero esperándola. "Así que quieres recuperar la fuente de la magia, pequeña niña", dijo con una risa maléfica.
"Demuéstrame tu valentía resolviendo mis acertijos". El primer acertijo era sobre los sueños: "¿Qué es aquello que todos tenemos pero nadie puede ver? Es algo tan poderoso que puede hacer realidad cualquier deseo".
Fantasía pensó por un momento y respondió con seguridad: "Los sueños". El segundo acertijo era sobre el amor: "¿Qué es lo más importante del mundo? No se compra ni se vende, pero todos necesitamos para vivir felices". Fantasía sonrió y respondió emocionada: "El amor".
Finalmente, llegó el tercer acertijo sobre la amistad: "¿Qué es aquello que une corazones y alegra las almas? Es un tesoro invaluable que nos hace sentir especiales". Fantasía no dudó ni un segundo antes de responder: "La amistad".
Al escuchar las respuestas correctas, el hechicero enfureció y lanzó un último hechizo. Pero Fantasía levantó su varita mágica y lo desvió hacia él mismo, transformándolo en un simpático ratón.
Con la derrota del hechicero, Fantasía recuperó la fuente de la magia y devolvió al Reino Encantado su esplendor. La Reina Celestina agradeció a Fantasía por su valentía y determinación. "Gracias a ti, Fantasía, nuestro reino está a salvo nuevamente", dijo la reina emocionada. "Eres una verdadera heroína".
Fantasía regresó al mundo real con una lección muy importante: los sueños, el amor y la amistad son poderes mágicos que pueden cambiar vidas.
Desde ese día, se convirtió en una defensora de los sueños y siempre buscaba formas de ayudar a los demás a alcanzar sus metas. Y así fue como Fantasía descubrió que los libros pueden llevarnos más allá de nuestra imaginación y que cada uno de nosotros tiene dentro un héroe dispuesto a enfrentar cualquier desafío.
FIN.