El libro mágico de la bondad
Había una vez en un pequeño pueblo, una linda y cariñosa niña llamada Bonita. Era conocida por su belleza tanto interior como exterior. Sin embargo, a pesar de su apariencia radiante, Bonita siempre parecía estar triste.
Un día, mientras caminaba por el parque del pueblo, Bonita encontró un viejo libro mágico entre los arbustos. Al abrirlo, se dio cuenta de que contenía historias sobre el poder de la bondad y cómo podía cambiar vidas.
Emocionada por lo que había encontrado, decidió leer cada historia para aprender más sobre la importancia de ser amable y generoso con los demás.
A medida que avanzaba en sus lecturas, Bonita comenzó a sentirse inspirada y decidida a hacer una diferencia en el mundo. Un día, mientras paseaba por la calle principal del pueblo, escuchó a una señora mayor llorando cerca de una tienda. Se acercó rápidamente y preguntó qué le estaba pasando.
La señora explicó que no tenía suficiente dinero para comprar comida para ella y su gato. Bonita sintió compasión por ella y recordó una historia del libro mágico sobre un niño que ayudaba a las personas necesitadas.
Sin dudarlo un segundo, Bonita invitó a la señora a acompañarla al supermercado cercano. Juntas eligieron alimentos nutritivos para ella y también compraron comida especial para el gato.
Mientras caminaban hacia la casa de la señora mayor, esta le preguntó a Bonita por qué era tan amable con ella. La niña sonrió dulcemente y respondió: "He aprendido que cuando somos bondadosos con los demás, podemos hacerlos sentir mejor y también nosotros nos sentimos felices". La señora mayor se emocionó por las palabras de Bonita.
Nunca antes había conocido a alguien tan joven y sabio como ella. Desde ese día, la amistad entre Bonita y la señora mayor creció cada vez más fuerte.
Un día, mientras paseaban juntas por el parque del pueblo, vieron a un niño llorando en un banco. Se acercaron rápidamente para preguntar qué le sucedía. El niño explicó que había perdido su juguete favorito y no podía encontrarlo en ninguna parte.
Bonita recordó otra historia del libro mágico sobre cómo la generosidad puede traer alegría a otros. Decidida a ayudar al niño, Bonita comenzó a buscar el juguete perdido junto con él. Después de una búsqueda exhaustiva, finalmente encontraron el juguete escondido entre unos arbustos cerca del lago.
El niño estaba lleno de gratitud hacia Bonita por su ayuda desinteresada. Agradecido, le dijo: "Eres realmente bella tanto por fuera como por dentro". Bonita sonrió felizmente y respondió: "Todos tenemos algo hermoso que ofrecer al mundo".
A partir de ese día, Bonita continuó ayudando a las personas necesitadas en su comunidad. Ya no se sentía triste porque había encontrado un propósito en su vida: ser bondadosa con los demás.
La historia de Bonita se extendió rápidamente por todo el pueblo y pronto muchas personas comenzaron a imitar sus actos de bondad. El pequeño pueblo se convirtió en un lugar mucho más amable y feliz gracias a los esfuerzos de Bonita.
Y así, Bonita cariñosa, bella, triste y bondadosa encontró la felicidad al ayudar a los demás. Su historia se convirtió en un ejemplo para todos, demostrando que incluso las personas más jóvenes pueden hacer una gran diferencia en el mundo simplemente siendo amables y generosas.
FIN.