El libro mágico de la salud
Había una vez en un pequeño pueblo de Argentina, dos hermanitos llamados Sofía y Juanito. Ambos eran muy curiosos y siempre estaban buscando nuevas aventuras para divertirse.
Un día, mientras jugaban en el jardín de su casa, se encontraron con un libro mágico que hablaba sobre el cuidado del cuerpo. Estaban emocionados por descubrir qué secretos escondía aquel libro tan especial.
Sofía abrió el libro y comenzó a leer en voz alta: "Para tener un cuerpo sano y fuerte, debemos alimentarnos adecuadamente". Juanito exclamó emocionado: "-¡Vamos a aprender a comer saludable!". Los hermanitos corrieron hacia la cocina y buscaron frutas frescas y verduras coloridas para hacer una deliciosa ensalada.
Mientras preparaban la comida, Sofía les explicaba a Juanito cómo cada alimento ayudaba a su cuerpo a crecer fuerte y lleno de energía. Después de disfrutar su ensalada nutritiva, volvieron al libro mágico que decía: "Además de comer bien, también debemos mantenernos activos".
Sofía sugirió: "-Podríamos jugar al fútbol en el parque". Llenos de emoción, los hermanitos se pusieron sus zapatillas deportivas y salieron corriendo hacia el parque cercano. Allí conocieron a otros niños que también querían divertirse jugando al fútbol.
Mientras pateaban la pelota con alegría, el libro mágico les enseñó otra lección importante: "No olviden beber suficiente agua para mantenerse hidratados". Sofía recordó que había llevado una botella de agua para cada uno y se las ofreció a sus nuevos amigos.
Después de un rato jugando, todos estaban cansados pero felices. Decidieron sentarse en el césped y descansar un poco. Fue entonces cuando el libro mágico les reveló su último consejo: "El descanso adecuado es esencial para mantenernos saludables".
Sofía y Juanito entendieron la importancia de dormir lo suficiente y deciden irse a casa. En el camino, se dieron cuenta de que habían aprendido muchas cosas valiosas gracias al libro mágico.
Al llegar a casa, los hermanitos le dieron las gracias al libro por todas las enseñanzas recibidas. Pero antes de cerrarlo, apareció una página adicional con letras brillantes que decían: "Recuerden siempre lavarse bien las manos antes de comer y después de jugar".
Sofía y Juanito sonrieron emocionados porque sabían que eso también era muy importante para cuidar su cuerpo. Prometieron seguir todas las enseñanzas del libro mágico y compartirlo con sus amigos para ayudarlos a ser más saludables.
Y así fue como los hermanitos aprendieron sobre el cuidado del cuerpo mientras disfrutaban aventuras llenas de diversión. Desde aquel día, Sofía y Juanito se convirtieron en expertos en cuidar su cuerpo y compartieron sus conocimientos con todos los niños del pueblo.
Y colorín colorado, esta historia llena de enseñanzas ha terminado.
FIN.