El libro mágico de la selva


Khady y sus amigos, Lautaro y Martina, estaban pasando una tarde lluviosa en la casa de Khady. Estaban un poco aburridos porque no podían salir a jugar al parque como solían hacerlo.

De repente, escucharon un golpe en la puerta. - ¡Oh! ¿Quién podrá ser con este clima tan feo? -dijo Khady mientras se levantaba para abrir la puerta. Cuando abrió la puerta, se encontró con un paquete envuelto en papel marrón y una carta pegada encima.

Khady miró a sus amigos emocionada mientras sostenía el paquete en sus manos. - ¡Un regalo! -exclamó Lautaro-.

¿De quién será? Khady leyó rápidamente la carta en voz alta: "Queridos Khady, Lautaro y Martina: espero que esta sorpresa les aleje el aburrimiento en este día lluvioso. Dentro del paquete encontrarán algo especial que los ayudará a descubrir nuevos mundos". Los tres amigos se miraron intrigados y comenzaron a deshacer el envoltorio del paquete con emoción.

Cuando finalmente lo abrieron, vieron que había un libro muy antiguo dentro de él. - ¡Un libro! -exclamó Martina-. Pero parece bastante viejo... Khady tomó el libro entre sus manos y notó que tenía algunas páginas sueltas.

Con cuidado, las volvió a colocar en su lugar y comenzaron a leer juntos. Para su sorpresa, cuando llegaron al final de una página, fueron transportados mágicamente al mundo del libro.

Se encontraban ahora en medio de una selva llena de animales exóticos. - ¡Increíble! ¡Estamos dentro del libro! -exclamó Lautaro, emocionado. Los tres amigos decidieron explorar la selva y aprender todo lo que pudieran sobre los animales que encontraban.

Vieron monos saltando entre los árboles, tucanes con colores brillantes y mariposas revoloteando a su alrededor. Mientras caminaban, descubrieron un sendero misterioso que los llevó a una cueva oculta. Dentro de la cueva, encontraron un mapa antiguo con pistas sobre cómo regresar a casa.

- Parece que debemos resolver acertijos para encontrar el camino de vuelta -dijo Khady mientras estudiaba el mapa detenidamente. Juntos, resolvieron cada uno de los acertijos y finalmente llegaron a un puente mágico que los llevaría de regreso a casa.

Cruzaron el puente y se encontraron nuevamente en la sala de estar de Khady. - ¡Lo logramos! Volvimos -exclamó Martina emocionada-. Pero qué aventura tan increíble vivimos en ese libro.

Desde ese día, Khady, Lautaro y Martina siguieron leyendo libros juntos y descubriendo nuevos mundos llenos de aventuras. Aprendieron sobre diferentes culturas, lugares remotos e incluso se convirtieron en expertos en resolver acertijos. La carta había sido enviada por la abuela de Khady, quien siempre supo cómo hacerles pasar momentos inolvidables.

Les enseñó que los libros tienen el poder de transportarnos a lugares increíbles y que la lectura es una fuente inagotable de conocimiento y diversión. Desde entonces, Khady, Lautaro y Martina se convirtieron en grandes amantes de la lectura.

Cada vez que alguien llamaba a su puerta con un paquete misterioso, sabían que una nueva aventura estaba por comenzar. Y así, continuaron descubriendo nuevos mundos juntos mientras aprendían y se divertían sin límites.

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