El libro mágico de las amigas aventureras

Había una vez en un pequeño pueblo de Argentina, cinco amigas llamadas Tannya, Vanessa, Nayely, Esther y Fernanda. Eran inseparables y siempre estaban buscando maneras de divertirse juntas.

Un día soleado, mientras paseaban por el parque del pueblo, encontraron un libro mágico escondido entre las hojas de un árbol. Emocionadas por su descubrimiento, decidieron llevarlo a casa para investigar más sobre él.

Al abrir el libro, se dieron cuenta de que cada página estaba llena de hermosas ilustraciones y palabras misteriosas. De repente, una luz brillante salió del libro y envolvió a las niñas.

Cuando la luz desapareció, se encontraron en un lugar completamente nuevo: ¡el mundo de los cuentos! Las amigas se encontraron con personajes fantásticos como hadas traviesas y valientes caballeros. A medida que exploraban este mundo maravilloso, también aprendían importantes lecciones sobre el valor de la amistad y la importancia de ayudar a los demás.

En su primera aventura en el mundo de los cuentos, conocieron a un dragón solitario llamado Alison. El dragón era malentendido por todos debido a su aspecto intimidante y fue excluido por mucho tiempo. Las niñas decidieron acercarse a Alison sin temor e intentar entenderlo.

"Hola Alison", dijo Tannya con valentía. "¿Por qué te sientes tan solo?" preguntó Vanessa con curiosidad. "La gente me teme porque soy grande y tengo escamas", respondió triste el dragón.

Las chicas sintieron compasión por él y decidieron ayudarlo a encontrar su lugar en el mundo. Juntas, organizaron un evento especial para que los habitantes del pueblo conocieran a Alison. Prepararon una feria llena de juegos divertidos y deliciosos dulces.

Invitaron a todos a acercarse y conocer al amigable dragón. A medida que la gente se acercaba, las niñas explicaban cómo Alison era en realidad un ser amable y gentil. Poco a poco, el miedo comenzó a desvanecerse y las sonrisas remplazaron las miradas de temor.

Fue entonces cuando una pequeña niña llamada Sofía se acercó tímidamente al dragón. Sin embargo, en lugar de asustarse, Sofía lo abrazó con ternura. Esto hizo que todos los demás también se sintieran cómodos con Alison.

La historia de Alison se convirtió en un ejemplo para todos: no juzgar por las apariencias y darle una oportunidad a aquellos que parecen diferentes.

Las amigas estaban orgullosas de haber ayudado al dragón y aprendieron la importancia de defender aquello en lo que creen. Finalmente, llegó el momento de regresar al mundo real. Las chicas cerraron el libro mágico pero sabían que llevarían consigo las valiosas lecciones aprendidas durante su aventura.

Desde ese día, Tannya, Vanessa, Nayely, Esther y Fernanda siempre recordarán su increíble experiencia en el mundo de los cuentos y la amistad incondicional que compartieron.

Y cada vez que pasan por el parque del pueblo donde encontraron el libro mágico, sonríen sabiendo que hicieron una diferencia en la vida de Alison y en su propia vida.