El libro mágico de los deseos responsables


Había una vez en un pequeño pueblo de Argentina, llamado Villa Esperanza, donde vivían dos amigos inseparables: Lucas y Martina. Ambos eran curiosos e inquietos, siempre buscando nuevas aventuras.

Un día, mientras exploraban el bosque cercano a su casa, encontraron un antiguo libro mágico escondido entre las ramas de un árbol. Sin pensarlo dos veces, lo abrieron y descubrieron que era un libro de hechizos. - ¡Increíble! -exclamó Lucas emocionado-.

¡Podremos hacer magia! Martina miró con cautela el libro y dijo:- Pero debemos tener cuidado, la magia puede ser peligrosa si no se usa correctamente. A pesar del temor de Martina, ambos decidieron probar algunos hechizos sencillos.

Primero intentaron hacer levitar una pluma y para su sorpresa ¡lo lograron! Luego intentaron convertir una piedra en chocolate y también funcionó. Emocionados por sus nuevos poderes mágicos, decidieron ir al colegio al día siguiente para mostrarles a sus compañeros lo que habían descubierto.

Sin embargo, antes de irse a dormir esa noche, leyeron en el libro sobre un hechizo muy especial que podía conceder cualquier deseo. - ¿Te imaginas poder cumplir cualquier sueño? -dijo Lucas entusiasmado.

Martina asintió pero advirtió:- Recuerda que debemos tener cuidado con lo que deseamos. Los deseos pueden volverse contra nosotros si no los formulamos correctamente. Al día siguiente en el colegio, todos estaban emocionados por ver la magia de Lucas y Martina.

Los amigos se pararon frente a sus compañeros y pronunciaron el hechizo para cumplir un deseo. "Deseo tener una fiesta en el bosque, llena de música y diversión" -dijeron al unísono. De repente, apareció una gran carpa en medio del bosque con música, globos y juegos.

Todos los niños estaban felices y disfrutando de la increíble fiesta que Lucas y Martina habían creado. Sin embargo, a medida que avanzaba la tarde, comenzaron a darse cuenta de que algo no estaba bien.

La comida se acababa rápidamente, algunos niños se lastimaban mientras jugaban y todos empezaron a sentirse cansados. Lucas miró preocupado a Martina y le dijo:- Creo que nuestros deseos están volviéndose contra nosotros. Debemos arreglarlo antes de que alguien salga lastimado.

Juntos buscaron en el libro mágico cómo revertir los efectos del hechizo. Descubrieron que debían pedir otro deseo para cancelar el anterior. "Deseamos que todo vuelva a la normalidad" -gritaron al unísono.

En ese momento, todo volvió como era antes: el bosque estaba tranquilo nuevamente y todos los niños regresaron sanos y salvos a casa. Aprendieron una valiosa lección sobre la responsabilidad de usar sus poderes mágicos con cuidado.

Desde ese día, Lucas y Martina siguieron explorando juntos pero ahora con mucho más respeto por la magia. Se convirtieron en guardianes del libro mágico asegurándose de enseñarle a otros niños cómo usarlo de manera segura y responsable.

Y así, Villa Esperanza se convirtió en un lugar lleno de magia y diversión, donde todos aprendieron que los deseos pueden hacerse realidad si se usan con sabiduría.

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