El libro mágico de los dinosaurios
Había una vez en un pequeño pueblo de Argentina, llamado Villa Esperanza, donde vivían dos mejores amigos llamados Martín y Lucas. Eran inseparables y siempre estaban juntos jugando y explorando el mundo que los rodeaba.
Un día, mientras caminaban por el bosque cerca del pueblo, encontraron un antiguo libro mágico. Estaba lleno de dibujos coloridos y letras brillantes.
Martín lo tomó emocionado y dijo: "¡Lucas! ¿Te das cuenta de lo que esto significa? Tenemos un libro mágico en nuestras manos". Lucas estaba emocionado también y exclamó: "¡Increíble! Debemos leerlo para descubrir qué secretos guarda". Los dos amigos se sentaron bajo un árbol y comenzaron a leer en voz alta las palabras del libro mágico.
Al principio, no pasó nada extraordinario hasta que llegaron a una página especial que decía: "Si siguen las instrucciones al pie de la letra, podrán hacer realidad cualquier deseo". Martín miró a Lucas con ojos brillantes e imaginación desbordante.
Dijo entusiasmado: "¡Podríamos tener todo lo que queramos! ¡Imagina todas las aventuras increíbles que podríamos vivir!"Lucas asintió con la cabeza pero también advirtió: "Recuerda Martín, debemos ser responsables con nuestros deseos.
No podemos usar este poder para hacer daño o perjudicar a alguien más". Martín aceptó esa advertencia y ambos decidieron hacer su primer deseo juntos. Cerraron los ojos fuertemente e hicieron su pedido en voz alta.
"Querido libro mágico, deseamos una máquina del tiempo para poder viajar a diferentes épocas y aprender de la historia". Al abrir los ojos, no podían creer lo que veían. Frente a ellos había una máquina del tiempo brillante y reluciente. Era el sueño hecho realidad.
"¡Increíble! ¡Lo logramos!"- exclamaron al unísono. Martín y Lucas subieron emocionados a la máquina del tiempo y se prepararon para su primera aventura en el pasado. Viajaron al antiguo Egipto, donde conocieron faraones y vieron las famosas pirámides.
Después, viajaron a la época medieval y aprendieron sobre caballeros valientes. Pero algo inesperado sucedió cuando llegaron a la era de los dinosaurios. La máquina del tiempo se averió y quedó atrapada en el pasado.
"¡Oh no! ¿Qué haremos ahora?"- preguntó Martín preocupado. "No te preocupes Martín, encontraremos una solución juntos"- respondió Lucas con confianza. Los amigos comenzaron a buscar materiales en el bosque para arreglar la máquina. Trabajaron incansablemente durante días hasta que finalmente lograron repararla.
Después de un largo viaje lleno de aventuras, Martín y Lucas regresaron sanos y salvos al presente. Estaban exhaustos pero felices por todo lo que habían aprendido.
Aprendieron muchas lecciones importantes durante su travesía: valorar cada momento, ser responsables con nuestros deseos e importancia de trabajar juntos como equipo. Desde ese día, Martín y Lucas se convirtieron en dos jóvenes sabios y humildes que compartían su conocimiento con otros.
Ayudaron a sus compañeros de escuela a estudiar, enseñaron sobre la historia y siempre recordaron que los deseos pueden hacerse realidad si se usan de manera responsable. Y así, Martín y Lucas vivieron felices en Villa Esperanza, inspirando a todos con su amistad y sabiduría. Fin.
FIN.