El libro mágico de Luna



Había una vez una niña llamada Luna, quien vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas. A pesar de tener una familia amorosa y amigos increíbles, Luna siempre se sentía insegura consigo misma y tenía baja autoestima.

Un día, mientras caminaba por el bosque cerca de su casa, Luna encontró un libro mágico. El libro tenía poderes especiales y podía conceder deseos a aquellos que lo leyeran con el corazón abierto.

Luna abrió el libro emocionada y comenzó a leer las palabras escritas en sus páginas brillantes. De repente, una luz brillante la envolvió y escuchó una voz suave que decía: "Querida Luna, tienes dentro de ti todo el valor y la belleza que necesitas".

Luna no podía creer lo que estaba pasando. Se sintió llena de esperanza y decidió hacerle frente a sus inseguridades.

Comenzó a repetir afirmaciones positivas todos los días frente al espejo: "Soy valiente", "Soy inteligente" y "Soy hermosa tal como soy". A medida que Luna ganaba confianza en sí misma, notaba cómo su vida cambiaba para mejor. Sus amigos empezaron a notar su nueva actitud positiva y se acercaron más a ella.

Un día, mientras jugaban en el parque del pueblo, un grupo de niños mayores se acercó a ellos. Estos niños solían burlarse de los demás por sus diferencias físicas o habilidades.

Uno de los niños mayores señaló hacia Luna y dijo con sarcasmo: "-¡Miren quién está aquí! La niña tímida y torpe". Luna sintió cómo su confianza se desvanecía, pero recordó las palabras del libro mágico.

Se puso de pie, miró al niño directamente a los ojos y respondió con valentía: "-Sí, soy tímida y torpe a veces, pero eso no me define. Soy mucho más que mis inseguridades". Los niños mayores quedaron sorprendidos por la respuesta de Luna. Nunca antes habían conocido a alguien tan seguro de sí mismo.

De repente, el líder del grupo dijo: "-Tienes razón. Nos hemos estado comportando mal". Los demás asintieron en acuerdo. A partir de ese día, Luna se convirtió en una inspiración para todos los niños del pueblo.

Su historia corrió como un reguero de pólvora y muchos otros niños comenzaron a enfrentar sus propias inseguridades con valentía. Luna nunca olvidó el poder que tenía dentro de ella y siguió leyendo el libro mágico cada noche antes de dormir.

A pesar de que ya no le concedía deseos, las palabras escritas en sus páginas siempre le recordaban lo especial que era.

Con el tiempo, Luna se dio cuenta de que la verdadera belleza viene desde adentro y que todas las personas tienen algo único para ofrecer al mundo. Y así fue como Luna aprendió a amarse a sí misma y a valorar su propia singularidad.

Desde ese día en adelante, ayudaría a otros niños a hacer lo mismo, recordándoles siempre que son especiales tal como son. Y colorín colorado, esta historia llena de amor propio ha terminado.

FIN.

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