El libro mágico de Sofía
Érase una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, vivía una niña llamada Sofía. Sofía era curiosa, aventurera y siempre estaba buscando nuevas formas de aprender y divertirse.
Un día, mientras exploraba el bosque cercano a su casa, encontró un antiguo libro mágico escondido entre las ramas de un árbol. El libro tenía letras doradas brillantes en la portada que decían: "Hasta que nos volvamos ver". Intrigada, Sofía abrió el libro y comenzó a leer.
Para su sorpresa, las palabras saltaron de las páginas y se convirtieron en polvo mágico que la envolvió por completo. Cuando el polvo desapareció, Sofía se encontraba en un mundo completamente nuevo. "- ¡Guau! ¿Dónde estoy?" exclamó Sofía emocionada.
Justo enfrente de ella había una pequeña criatura con alas brillantes como el arcoíris. Era un hada llamada Aurora. "- ¡Bienvenida a Fantasilandia! Soy Aurora, tu guía en este mundo mágico", dijo el hada con voz dulce.
Sofía no podía creer lo que veían sus ojos. Juntas comenzaron a explorar Fantasilandia y descubrieron lugares increíbles llenos de colores vibrantes y seres fantásticos.
En su camino se encontraron con Rocco, un simpático duende que les enseñó cómo cultivar plantas mágicas en su jardín encantado. También conocieron a Luna, una hermosa sirena que les mostró los secretos del océano y cómo cuidar de los animales marinos. Sofía aprendió muchas cosas interesantes en Fantasilandia.
Cada día era una nueva aventura y siempre había algo emocionante por descubrir. Pero, a medida que pasaba el tiempo, Sofía comenzó a extrañar a su familia y amigos en Villa Esperanza.
Un día, mientras paseaban por un bosque encantado, Aurora le dijo a Sofía: "- Querida Sofía, ha llegado el momento de regresar a casa. Ha sido maravilloso tenerte aquí en Fantasilandia". Sofía se sintió triste al escuchar esas palabras.
Había disfrutado tanto de su tiempo en Fantasilandia y no quería irse todavía. "- ¿No puedo quedarme un poco más?" preguntó Sofía con una pequeña voz temblorosa. Aurora sonrió comprensivamente y respondió: "- Entiendo que te sientas así, pero recuerda que tu hogar está esperando por ti.
Puedes llevar contigo todo lo que has aprendido aquí y compartirlo con los demás". Sofía asintió lentamente mientras sentimientos encontrados la invadían. Sabía que tenía razón, pero aún así le costaba despedirse de este mundo mágico.
Con un último abrazo entre amigas, Aurora pronunció unas palabras mágicas y el polvo dorado envolvió nuevamente a Sofía. Cuando el polvo desapareció esta vez, ella estaba de vuelta en Villa Esperanza.
Sofía corrió rápidamente hacia su casa donde fue recibida con abrazos cálidos y sonrisas felices por parte de su familia y amigos. Les contó todas las increíbles aventuras que había vivido en Fantasilandia y les mostró lo aprendido. Desde aquel día, Sofía se convirtió en una niña más sabia y valiente.
Comenzó a organizar talleres para enseñar a otros niños las lecciones mágicas que había aprendido en Fantasilandia.
Y así, Villa Esperanza se llenó de risas, juegos y mucha imaginación gracias a la valiente y curiosa Sofía, quien nunca olvidaría su maravillosa aventura en el mundo mágico de Fantasilandia.
FIN.