El libro mágico de Sofía



Había una vez una niña llamada Sofía, que vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas y praderas. Aunque era muy inteligente y talentosa, no tenía amigos porque siempre andaba molesta y gruñona.

Sus compañeros de clase la evitaban porque pensaban que era difícil acercarse a ella. Un día, mientras caminaba por el parque con su ceño fruncido, Sofía tropezó con algo en el suelo.

Al mirar hacia abajo, vio un viejo libro mágico que parecía haber aparecido de la nada. Curiosa, lo recogió y comenzó a hojear sus páginas llenas de letras doradas. De repente, una nube de polvo brillante salió del libro y se transformó en un simpático duende llamado Tristán.

El duende sonrió a Sofía y le dijo: "¡Hola! Soy Tristán, el guardián del libro mágico. Veo que necesitas ayuda para dejar atrás esa cara molesta". Sofía frunció el ceño aún más pero decidió darle una oportunidad al duende curioso.

"Está bien", suspiró ella resignada, "¿qué tengo que hacer?"Tristán explicó que dentro del libro había diferentes historias mágicas que podían enseñarle valiosas lecciones sobre la importancia de ser amable y positiva.

Cada vez que Sofía leyera una historia nueva, tendría la oportunidad de aprender algo nuevo sobre cómo cambiar su actitud. Emocionada por esta idea inusualmente interesante, Sofía aceptó el desafío sin dudarlo.

Comenzaron leyendo la primera historia sobre una niña llamada Valentina, quien también solía estar siempre molesta. Valentina aprendió a encontrar la felicidad ayudando a los demás y compartiendo su alegría.

A medida que Sofía leía más historias, comenzó a darse cuenta de que su actitud gruñona no solo afectaba su relación con los demás, sino también su propia felicidad. Comenzó a entender que el mundo era mucho más colorido cuando se enfocaba en las cosas positivas y trataba de ser amable. Con el tiempo, Sofía fue cambiando gradualmente.

Empezó a sonreír más y mostraba interés por los demás. Sus compañeros de clase notaron este cambio y lentamente comenzaron acercarse a ella para jugar y compartir momentos divertidos juntos.

Un día, mientras paseaban por el parque donde Sofía había encontrado el libro mágico, se encontraron con un grupo de niños nuevos en el pueblo. Estaban perdidos y asustados porque no conocían a nadie. Sofía recordó lo difícil que fue para ella sentirse sola y decidió ayudarlos.

Les dio la bienvenida al pueblo e invitó a todos a jugar juntos. Los niños nuevos sonrieron emocionados ante la amabilidad de Sofía y pronto se hicieron amigos inseparables.

Desde ese día en adelante, Sofía nunca volvió a tener problemas para hacer amigos. Aprendió que cambiar su actitud tenía un impacto directo en cómo los demás la veían.

Y así, gracias al libro mágico y al duende Tristán, Sofía descubrió que ser amable y positiva podía abrirle puertas hacia nuevas amistades maravillosas. Aprendió a valorar la importancia de la amistad y a nunca juzgar a alguien solo por su apariencia.

Juntos, Sofía y Tristán continuaron leyendo historias mágicas para seguir creciendo y aprendiendo sobre el poder de una sonrisa sincera.

FIN.

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