El libro mágico del cuidado divertido
Había una vez en el bosque encantado, dos amigas muy especiales: Lila la liebre y Emma la zorrita. Ambas eran muy traviesas y curiosas, pero a veces se olvidaban de cuidar sus cuerpos.
Un día, mientras exploraban el bosque, encontraron un libro mágico escondido debajo de un árbol gigante. Sin pensarlo dos veces, decidieron abrirlo y descubrieron que se trataba de un juego llamado "Hechizo de Confianza".
Intrigadas por el nombre del juego, Lila y Emma comenzaron a leer las instrucciones. El juego consistía en realizar diferentes pruebas para aprender a cuidar sus cuerpos de manera divertida. La primera prueba era hacer ejercicio todos los días.
Las amigas saltaron emocionadas alrededor del claro del bosque mientras reían sin parar. "-¡Mira cómo salto alto!", exclamó Lila. "-¡Y yo puedo correr súper rápido!", respondió Emma.
Poco a poco, fueron aprendiendo que hacer ejercicio no solo era divertido, sino también importante para mantenerse fuertes y saludables. La siguiente prueba consistía en alimentarse adecuadamente. Para ello, tenían que recolectar frutas frescas y verduras del huerto cercano al bosque. Juntas seleccionaron las más coloridas y sabrosas que encontraron.
"-Esto parece una ensalada deliciosa", dijo Lila mientras mezclaba todas las verduras con alegría. "-Y estas manzanas son tan jugosas", agregó Emma dando un mordisco alegremente. Las amigas aprendieron así que comer alimentos saludables les daba energía y las ayudaba a crecer fuertes.
La tercera prueba era descansar lo suficiente. Lila y Emma construyeron una cama de hojas secas y se acostaron bajo la sombra de un árbol. "-Es tan relajante", susurró Lila mientras cerraba los ojos.
"-Tienes razón, necesitamos dormir bien para tener energías", respondió Emma mientras también se quedaba dormida. Después de un buen descanso, continuaron con el juego y llegaron a la última prueba: cuidar su mente. Para ello, tenían que hacer actividades creativas como pintar, escribir o cantar.
Las amigas eligieron pintar hermosos cuadros llenos de colores vibrantes. "-Mira mi dibujo de una mariposa", exclamó Lila emocionada. "-Y yo dibujé un arcoíris", dijo Emma mostrando su obra con orgullo.
Las dos amigas aprendieron que cuidar su mente era tan importante como cuidar su cuerpo, ya que les permitía expresarse y explorar nuevas habilidades. Al terminar todas las pruebas del "Hechizo de Confianza", Lila y Emma se dieron cuenta de lo mucho que habían aprendido sobre cómo cuidarse mutuamente.
Se sintieron felices, seguras y llenas de energía. Desde ese día en adelante, las amigas siempre recordaban jugar juntas al "Hechizo de Confianza". Cuidaban sus cuerpos haciendo ejercicio, comiendo sano, durmiendo bien y alimentando su creatividad.
Y así vivieron muchas aventuras en el bosque encantado siendo unas liebres saludables y zorritas felices. Y colorín colorado, esta historia de amistad y cuidado ha terminado. ¡Hasta la próxima!
FIN.