El libro perdido


Un día, Bauti estaba jugando basquetbol con sus amigos en el parque cuando se dio cuenta de que había perdido su libro de matemáticas. "¡Oh no! Perdí mi libro de matemáticas", dijo Bauti preocupado.

"¿Qué vas a hacer ahora?", preguntó uno de sus amigos. "Tendré que buscarlo, no puedo permitirme perder ese libro, es muy importante para mí", respondió Bauti decidido.

Así que empezó a buscar por todo el parque y después por las calles cercanas, pero nada. Ya estaba oscureciendo y Bauti comenzaba a desanimarse. "No lo encuentro en ningún lugar", se lamentó Bauti. Justo en ese momento, un señor mayor se acercó a él y le preguntó qué pasaba.

Después de escuchar la historia del libro perdido, el hombre decidió ayudar a Bauti y juntos continuaron la búsqueda.

Después de caminar un poco más, llegaron al estacionamiento del supermercado local donde encontraron el libro tirado en el suelo junto al auto del señor mayor. "¡Lo encontramos!", exclamó emocionado Bauti mientras abrazaba al hombre desconocido.

El hombre sonrió y le explicó que había visto el libro tirado cerca de su coche y lo recogió para devolverlo al dueño. Bauti aprendió una gran lección ese día: nunca subestimar la amabilidad de los extraños y siempre pedir ayuda si la necesita. También aprendió a ser más cuidadoso con sus cosas importantes como libros escolares.

Desde entonces, cada vez que veía al hombre mayor en el parque, Bauti lo saludaba con una gran sonrisa y le agradecía de nuevo por su ayuda. Magali y Santiago estaban muy orgullosos de su hijo por ser tan valiente y amable.

Y Bauti aprendió que siempre hay alguien dispuesto a ayudar si se necesita.

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